Una fractura consiste en la
pérdida de continuidad del hueso.
Su origen puede ser muy diverso,
desde una fractura causada por una enfermedad en los huesos que hace que sean
débiles y propensos a las fracturas hasta una fractura causada por la
aplicación de una fuerza o presión sobre el hueso más allá del que éste puede
soportar.
Causas de las fracturas:

A parte del origen de la enfermedad en los huesos, las causas que hacen que éstos se rompan son muy variados.
Algunos ejemplos son:
* Impacto directo
* Caída desde una altura
* Accidentes de coche, moto,
etc...
* Maltrato
* Estrés o sobrecarga, fuerzas
repetitivas (que provoca una fisura delgada en el hueso).
Síntomas de las fracturas:
Las características de una fractura son:
* Dolor intenso, que además
aumentará conforme intentemos mover la zona.
* Deformidad de la parte del
cuerpo lesionada.
* Amoratamiento o enrojecimiento
de la zona afectada.
* Incapacidad de movimiento.
* Hinchazón.
Primeros Auxilios en caso de fractura:

Si nos encontramos en una situación en la que una persona ha sufrido una fractura, lo primero que haremos será calmar a la víctima para que sea más fácil lograr los siguientes pasos:
* Le
retiraremos los anillos, pulseras, relojes o todo aquello que se encuentre en
el miembro afectado y que al hincharse pueda causar más dolor o dificulte la
inmovilización del miembro.
* Inmovilizaremos
la fractura, colocando un cabestrillo o entablillando el miembro. Para esto podemos
utilizar un periódico enrollado o tablillas de madera. Se deberá inmovilizar el
hueso lesionado tanto por encima como por debajo.
* Si
la piel presenta ruptura, y por tanto nos encontramos ante una fractura del
tipo abierta, para prevenir que se infecte, se deberá tratar de inmediato. La
enjuagaremos suavemente para retirar todo aquello que la pueda contaminar
tratando de no frotarla con demasiada fuerza.
* La
cubriremos con alguna gasa estéril.
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