LAS ESCUELAS SECUNDARIAS DE ÚLTIMO MODELO.
La revolución industrial fue una etapa que trajo consigo profundos cambios en distintos sectores de la sociedad, entre ellos, la educación, provocando que se desplazaran los antiguos oficios y ahora la ciencia fuera la base para la preparación de inventores e investigadores. Con ello, la educación también se vio obligada a tratar otros problemas sociales a los que se enfrentaba la población, pero era una labor que no podía realizar sola.
Durante 1980, debido a la necesidad de tener una sociedad mejor preparada, el índice de inscripciones en todas las escuelas secundarias aumentó notablemente. Hubo mayores oportunidades tanto para las escuelas urbanas, como las rurales. Este aumento se vio provocado, en cierta medida, por los cambios al programa de estudios, pues ahora, la secundaria ya no tenía una orientación académica y preparatoria, sino orientada a distintas ocupaciones y como fase terminal para incorporarse a la vida laboral.
Sin embargo, surgió un nuevo obstáculo, que era la falta de continuidad entre la primaria y la secundaria, mismo por el que los profesores no se preocuparon por resolver, y que tuvo fin cuando se le dio a la educación un sentido de preparación para la vida.
Para facilitar esta transición entre la primaria y la secundaria, se comenzaron a propagar rápidamente las escuelas secundarias “junior”, sobretodo una vez pasada la segunda guerra mundial. El surgimiento de este tipo de instituciones se basó en la idea de que a los doce años, aproximadamente, el individuo pasa de ser un niño a un adolescente, y como tal, la forma de tratarlo debe cambiar drásticamente para que no se vea afectada su persona. A su vez, Estas escuelas apoyaron a las familias y a la sociedad en general en la orientación de los jóvenes de esa edad.
Otro tipo de institución similar a ésta, fue la llamada universidad “junior”, que significaban los dos años previos a la formación universitaria, y que en algunos colegios contemplaba los últimos dos de secundaria y los dos primeros de la formación superior, lo que brindaba una oportunidad mayor a los jóvenes de tener estudios superiores. Una de las causas que benefició el aumento de la matricula en estas escuelas fue que muchos jóvenes ingresaran a ellas porque, si bien no quería entrar a una universidad, deseaban tener un estudio de mayor nivel al ofrecido por las escuelas secundarias.
Durante esta época, fue necesario incorporar en las escuelas un nuevo sector que permitiera mejorar la comunicación entre los alumnos y los maestros: el de orientación. Esto permitió también que la elección de los jóvenes para una ocupación en el futuro fuera más fácil y sin tensionarlos demasiado, mostrándoles sus aptitudes hacia ciertas áreas, pero otorgándoles total libertad para decidir su futuro. Pero la orientación no fue exclusiva para los alumnos, sino que también era recibida por profesores de manera que éstos pudieran ayudar a sus alumnos.
En Norteamérica, surgió otro tipo más de institución: la secundaria general, que tenía varios propósitos. Representaba algo similar a la escuela de oficios, aunque no impartía una preparación definida para ninguno de ellos, es decir, se basaban en un programa general, que brindaba una preparación en un sentido amplio, y que sólo se delimitaba por ciertos cursos optativos en los años finales. Ésta representó la secundaria típica en Norteamérica.
En cuanto a la enseñanza de los oficios, después de la revolución industrial, la inmigración provocó que un gran número de artesanos y trabajadores especializados en ciertas áreas dieran un duro golpe a este tipo de enseñanza. Muchos estuvieron en contra de que los oficios fueran impartidos en las escuelas públicas, defendiendo que éstos deberían enseñarse en escuelas especializadas de artes y oficios, pues las secundarias generales no contaban con maestros los suficientemente especializados para enseñar un oficio.
Otra de las orientaciones de la educación que surgió después de la segunda guerra mundial fue que las escuelas ofrecieran una formación para la adaptación de la vida. Esto se manifestó como consecuencia de la deserción de un gran número de jóvenes que la atribuían a la falta de utilidad de los conocimientos en su vida cotidiana. Es por ello que se hicieron dos proposiciones: ampliar la edad de asistencia obligatoria y brindar una educación para la adaptación de la vida. Con ello, se logró disolver un poco la problemática existente por que algunas de las materias recibidas no servirían una vez que el joven se incorporara a la vida laboral.
Otro cambio que provocó un notable incremento en la matrícula de las escuelas secundarias fue la incorporación de oficios y actividades diversas, pues eran preferidos más por los alumnos aun más que las materias intelectuales, ya que de esta manera, si se veían obligados a tener que dejar sus estudios por la falta de recursos o por cualquier otra situación, pudieran tener, hasta cierto grado, la preparación suficiente para poder desarrollar una actividad laboral en la sociedad. Sin embargo, el rechazo hacia las materias académicas es lo que trajo una grave escasez de hombres que estuvieran bien capacitados.
REFLEXIÓN:
Sin duda alguna, la revolución industrial fue uno de los sucesos más importantes en todo el mundo, pues trajo diversos cambios que se vieron reflejados también en la educación. A partir de esta etapa, la educación comenzó a tener un carácter más formal y se le brindó una mayor importancia a la educación secundaria, pues representaría una etapa crucial de formación en la vida de los jóvenes ya que sería el medio por el cual se incorporarían a la vida laboral. Es por eso que ahora la secundaria pasó de tener una formación específicamente académica, a una educación que brindara los elementos necesarios para la adaptación a la vida, misma que se vio reflejada en la incorporación de los oficios a este nivel educativo, lo que provocó que un mayor sector de la población decidiera ingresar a las escuelas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario