Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

lunes, 21 de enero de 2013

LICHABETH, UNA PROFESORA


Algunos jóvenes cursan una carrera profesional porque sus padres o la sociedad se los sugieren. Lichabeth cursó en Toluca la Normal para Maestra de Primaria y trabajó solo un año con un grupo, mucho tiempo recordó ese edificio escolar y su experiencia docente con los niños.
Después tuvo la oportunidad de entrar a la Escuela Normal Superior del DF, en la carrera de Lengua y Literatura Española, en su época dorada. Ella fue compañera de la escritora Emma Godoy, muy distintas de caracter pero estudiaban juntas.
No cabe duda que cuando algo te apasiona lo realizas con esmero, Lichabeth fue profesora en secundaria muchos años; en la oficial, particular y por cooperación. Trabajaba todo el día, salía desde temprano y llegaba noche a casa. Sus alumnos la apreciaban, sobre todo los de secundaria y preparatoria. Ponía ejercicios para todos los temas nuevos del programa y decía que con esa labor se afirmaba el conocimiento y por ello revisaba las tareas que dejaba. Usaba mucho tiempo en transportarse en peseros o autobús. Algunas noches o fines de semana se ponía a calificar o a hacer sus planes. Sin descuidar sus tareas de madre de tres hijas.
Era una maestra exigente, pero les daba ocasión de hacer tareas extra y poder recuperar su calificación, pero cuando no estudiaban se molestaba y se acababan las oportunidades. Cuando los adolescentes platicaban en exceso les invitaba a seguir conversando fuera del aula. Le daba énfasis a las lecturas para después atender la ortografía.
Aún cuando se encontró con algunas autoridades negligentes en la secundaria no cedió a su interés para que los chicos aprendieran español. Después de varios años de experiencia como profesora, aceptó el trabajo de subdirectora y se ocupaba por trabajar en equipo con el personal de la escuela. Muchos fines de semana la invitaron profesores y padres a las fiestas de los pueblos cercanos a la misma.
ACTIVIDADES EXTRAMUROS
Siendo maestra de Lengua y Literatura Española se apasionaba por el teatro español y además de motivarlos a leer novelas clásicas como “El sí de las niñas” y “A ninguna de las tres”. Muchos sábados de cada año ensayaba una obra de teatro con los seleccionados; integraba en la actuación a alumnos y alumnas de diferentes escuelas y algunos terminaban enamorados.
Después de muchos ensayos hacían sus invitaciones, alquilaban trajes clásicos y en el auditorio de la escuela representaban la obra. Al final le entregaban un ramo de flores a las actrices y a Lichabeth. Las autoridades, los padres y los alumnos de la escuela se iban muy satisfechos.
Ya jubilada se dedicó a criar a su nieta Betzi, pero los fines de semana se iba a su pueblo llamado Coatepec o San Pancho en Michoacán, a atender a los niños, les daba clases con material didáctico que compraba con su dinero y nunca esperó nada a cambio. Siempre disfrutó trabajar con ellos, aún cuando tenía que viajar tres horas y quedarse sola en la noche en una casita improvisada. Dejó de hacerlo cuando ya no pudo viajar sola. Nació en el año 1922 y sigue dando batalla en la vida.
EHR. 16 enero del 2013
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