Sí, como en Matrix, pero con mejores propósitos. En el Institute of
Physical Chemistry de Polonia han desarrollado una nueva batería que
permitiría a los implantes, como los marcapasos, tener una fuente ilimitada de
energía, alimentándose del mismo paciente.
La batería de aire-zinc opera así: el ánodo de zinc se oxida en el aire
atmosférico, moviendo electrones a través de un circuito al cátodo de carbono,
pero éste es un electrodo diseñado especialmente, llamado un bio-cátodo, el
cual está construído de una núcleo de enzima biológica, envuelto en nanotubos
de carbono, recubierto de un gel de silicato, y, finalmente, envuelto de nuevo,
en una membrana permeable al oxígeno.
El cátodo es implantado al paciente y al ser enlazado a la celda de
aire-zinc produce hasta 1.75 voltios por 10 días, y al conectar múltiples
celdas se produce suficiente energía para alimentar desde marcapasos
hasta ojos artificiales.
Experimentalmente han logrado que 4 de estas bio-baterías conectadas
serialmente, alimenten una lámpara de 2 LEDs, como se muestra en la segunda
foto.
La batería implantable tomaría el oxígeno de la
corriente sanguínea, en lugar de la atmósfera, lo que le entregaría una fuente
cuasi-infinita de energía, si logran que las enzimas duren más tiempo.
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