Investigadores de la Universidad de Twente (Holanda) han desarrollado
una curiosa tecnología que permite atrapar células vivas dentro de diminutas
pirámides microscópicas para poder estudiarlas en el laboratorio.
Como muestra la imagen, estas minúsculas pirámides, creadas con técnicas
de fabricación tridimensional en la nanoescala -es decir, a un tamaño
equivalente a la diezmilésima parte de un cabello humano-, tienen las paredes
abiertas para permitir que las células interactúen unas con otras, según
explican los investigadores en la revista especializada Small.
Los nanocientíficos pusieron a prueba el método con condrocitos, que son las células que forman el cartílago.
Los nanocientíficos pusieron a prueba el método con condrocitos, que son las células que forman el cartílago.
En el futuro esperan aprovechar el hueco entre pirámides contiguas para
crear canales de nanofluidos que permitan mantener nutridas a las células
durante los experimentos.
Además, están convencidos de que el método ayudará
a los biólogos y a los expertos en medicina regenerativa a entender mejor cómo
funciona la regeneración de tejidos
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