10 TIPS PARA SER UN BUEN DOCENTE
1 Privilegiar el liderazgo sobre la
técnica.
Los profesores tienen que convencerse de que son
ellos y nadie más los responsables de que los estudiantes aprendan. A la
técnica, aseguran los expertos, hay que mirarla como lo que es: una mera ayuda.
Para ser líderes, los profesores deben cambiar el
switch mental, comenzar a sentirse importantes y dejar de sentirse
funcionarios. Y una visión optimista de la educación es fundamental para formar
estudiantes con mística. Se concuerda en que ni las redes sociales ni un
computador o una calculadora de última generación reemplazarán jamás a la
palabra bien dicha de un maestro. Las generaciones jóvenes están ávidas de una
guía. Los niveles de deserción se agravan porque hoy el alumno tiene los
mecanismos para buscar la información por su propia cuenta en la red, y no
necesita a un profesor como mero transmisor. El liderazgo marcará la diferencia.
2 Abrir la clase a los pares.
Romper la idea de que el profesor es dueño de la
clase y de que un sistema de enseñanza autoritario es el único eficaz, marcaría
una gran innovación en el sistema educativo nacional, dice Patricio Pfelmer,
experto de la Universidad de Chile. “Hoy existe la creencia de que el profesor
es el dueño de su clase y allí nadie puede meterse. Abrir la clase a los pares,
¡esa sí que sería innovación!”. Se concuerda en la idea de que si los maestros
permitieran la entrada de otros para observar su trabajo, permitiendo la crítica
mutua e incluso la grabación, se incentivaría el progreso y la búsqueda de
cánones de perfeccionamiento en la docencia. Una definición conjunta de lo que
se precisa innovar dentro del aula, sería una de las consecuencias de esta
apertura.
3 Evaluaciones por escrito.
Saber leer no es sólo unir palabras o fonemas, sino comprender acabadamente
lo que se lee. La existencia de pruebas con alternativas, común hoy en los
colegios, en vez de mejorar los rendimientos, contribuiría a que los
estudiantes no tengan la costumbre ni hagan el esfuerzo de leer.
4 Modernizar los currículos de enseñanza.
Urge una reforma curricular. Una que consolide
áreas sensibles de la enseñanza como matemáticas, lenguaje y ciencias, e
integre, con importancia, otras áreas del saber: música, artes visuales,
patrimonio, educación física. Estas áreas son tomadas hoy como disciplinas
apenas complementarias. El acortamiento y la modernización de las grillas
curriculares parecen ser prioridad. Un currículum escolar globalizado y más
corto que respete la realidad social de cada establecimiento, y adaptado a cada
región.
5 Profesores destacados en Educación
Básica.
Destinar a los mejores maestros a enseñar en los
primeros años de escolaridad sería una de las grandes herramientas para
comenzar a mejorar la educación. Partiendo de la base que el profesor ya no
será un mero transmisor de información, sino un orientador con liderazgo que
ejercerá una poderosa guía en el aula, poner a los mejores en el punto de
partida del proceso educativo -la prebásica y primeros años de básica- asegura
un desarrollo integral hacia el futuro.
En esta misión, la tecnología servirá
exclusivamente de apoyo, pero lo esencial será la palabra, el aprendizaje
lecto-escritor y las primeras nociones matemáticas y espaciales. La educación
mejorará cuando el profesor se sienta absolutamente responsable de lo que logra
movilizar en cada alumno y no encuentre mejor lugar para debutar en la tarea
que en la infancia. De lo que el escolar absorba en esta etapa y de su
formación inicial, dependerá su rendimiento futuro.
6 Encantar al alumno.
“Un buen profesor sabe lo que enseña y sabe
transmitirlo. Si a eso se agrega la capacidad de encantar al alumno con el
aprendizaje, entonces tendremos a un docente efectivo que cumple las metas que
todos esperamos”. Recuerda las palabras de Gabriela Mistral cuando afirmó que
si ella fuese la Directora de una Escuela Normalista no le daría el título a
alguien que no tuviese “… algo de encantamiento”. Seducir es la clave de la
enseñanza y la mejor manera de lograr resultados dentro de la sala.
7 Pensamiento Original.
“Si cada profesor
pensara la educación desde sí mismo, si se atreviera a reflexionar desde sus
propios valores, la educación comenzaría a adquirir un plus, el que tiene una
educación con coraje intelectual. “Los únicos que han tenido esa valentía
interior han sido nuestros poetas, quienes han creado un pensar original sobre
las cosas y el mundo, como lo hizo Gabriela Mistral”, dice Cristián Warnken,
decano de Educación de la UDD. Esa idea rescataría la intuición y la aplicaría al
pensamiento.
Un maestro debiera también convertirse en un
narrador: así, el profesor de matemáticas contaría las matemáticas, y el de
geografía, la narraría como un cuento, despertando la motivación de sus
alumnos. Sería el fin del profesor que sólo entrega información, rol que parece
cumplir hoy. De paso, innovaría, porque “la mejor innovación es hacer bien las
cosas”, dice Tito Larrondo, director del Centro de Innovación, Investigación y
Evaluación en Educación de la Universidad de Playa Ancha. Rescatar la oralidad
para formar una generación de profesores-narradores fomentará el aumento de
vocabulario, la resolución de problemas, el sentido crítico y un discurso
propio entre los escolares.
8 Desacralizar la tecnología.
Los estudiantes de hoy se conectan al
conocimiento por vías que han cambiado radicalmente en los últimos diez años.
Son niños absolutamente tecnologizados. De acuerdo a las proyecciones, esta
cercanía a elementos tecnológicos irá en aumento. Sin embargo, ella no es la respuesta
a todas las plegarias, lejos de eso, dicen los expertos. Los profesores más
exitosos serán quienes logren despertar la curiosidad de sus alumnos y les
enseñen las herramientas para ordenar y clasificar el alud de información, dice
Luz María Budge, Decana de Educación y Ciencias de la Familia de la Universidad
Finis Terrae. No son las nuevas aplicaciones lo que va a generar sorpresas en
el futuro de nuestros niños, sino la capacidad aprendida para procesar la
información obtenida. Y eso depende del profesor. En educación, hay que bajar a
la tecnología del pedestal donde se encuentra.
9 Aprender a enseñar.
La gran técnica indispensable a desarrollar con
los profesores es enseñarles a enseñar, asegura Verónica Abud, jefa de la
División de Educación General del Ministerio de Educación. de Chile “Que los
profesores conozcan el desarrollo intelectual de los niños para poder
entregarles un contenido significativo de acuerdo a su propia realidad”. Y,
desde ella, enseñarles a resolver problemas con un análisis adaptado a su
capacidad intelectual. Sería la vía para alcanzar mejores y más rápidas metas
en diversas disciplinas. Con esta perspectiva, los alumnos se involucrarían más
y la motivación crecería. Según los expertos, el acercamiento de la enseñanza
al nivel cognitivo de cada uno en la sala de clases, marcaría una tremenda
diferencia.
10 Achicar los cursos a máximo 30
alumnos.
En la mayoría de los casos, los cursos en la
educación municipalizada chilena llegan o superan los 45 alumnos. Frente a esta
realidad, se esfuma la posibilidad de la más mínima enseñanza personalizada,
visión que ha marcado el éxito en aquellos países que han logrado el
mejoramiento educativo. Una personalización en la enseñanza es imprescindible
para que el estudiante se motive. Por ejemplo, hay establecimientos afectados
por problemas serios de drogas que precisan de un discurso diferente de parte
de sus profesores, pero en la práctica esto no se da: el énfasis está puesto en
el control de la disciplina y en pasar la materia, tareas que se convierten en
titánicas por el gran número de estudiantes. El acento está hoy puesto en el
control y eso debe cambiar.
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