Los hombres y las mujeres muestran diferencias en el comportamiento, porque sus cerebros son físicamente órganos distintos, eso es lo que demuestran recientes investigaciones que sugieren que sus cerebros están sobre diferentes planos genéticos.
Las diferencias en los circuitos neurales y los productos químicos que transmiten los mensajes dentro de ellos son tan grandes como para apuntar a la conclusión de que no hay un solo tipo de cerebro humano, sino dos: el del hombre y el de la mujer, tan diferentes como si los hombres fueran de Marte y las mujeres fueran de Venus.
Hasta hace poco, estas diferencias se explicaban por la acción de las hormonas sexuales o por las presiones sociales que alientan hombres y mujeres a comportarse de una determinada manera.
Estos supuestos están siendo desafiados, según un reciente investigación neurológica que han aparecido en la revista New Scientist, ya que es evidente que los cerebros de hombres y mujeres muestran numerosas diferencias anatómicas.
Esas divergencias podrían explicar una serie de misterios, como por qué los hombres y las mujeres son propensos a diferentes problemas de salud mental, o por qué algunos medicamentos funcionan bien para uno u otro sexo, pero tienen poco efecto sobre los demás, y por qué el dolor crónico tiende a afectar más a las mujeres que los hombres.
A pesar de que desde hace tiempo se sabe que había algunas diferencias estructurales en los cerebros de hombres y mujeres, se pensaba que se limitaba al hipotálamo, la región del cerebro que participa en la regulación de la ingesta de alimentos, la lucha y la conducta sexual, entre otras cosas. Pero ahora se afirma la idea de que los tamaños relativos de muchas de las estructuras dentro del cerebro femenino son diferentes de las de los hombres.
Un estudio concordante de la Escuela de Medicina de Harvard, encontró que algunas partes del lóbulo frontal, que alberga la toma de decisiones y solución de problemas, fueron proporcionalmente mayores en las mujeres, lo mismo que el cortex límbico, que regula las emociones. Otros estudios han encontrado que el hipocampo, implicado en la memoria a corto plazo y la navegación espacial, también es proporcionalmente mayor en mujeres que en hombres, y eso sorprende habida cuenta de la mala reputación de las mujeres como lectoras de mapas.
El estudio obliga a reconsiderar cuanto de cierto hay en que las mujeres y los hombres son resultado de la educación o el ambiente social alegando que solo son estereotipos artificiales. Parece que no es así y lo que hace y piensa un hombre o una mujer es resultado de una conformación cerebral básicamente diferente y característica de cada sexo.
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