No es posible posarse sobre Saturno porque es un planeta gaseoso que no tiene
superficie sólida, sino densas nubes de hidrógeno.
Suponiendo que uno pudiera planear sobre estas nubes, y protegerse de los
feroces vientos, el cielo no se vería tan extraño.
En el hemisferio norte, la cúpula celeste se vería azul, muy similar a como
se ve en la Tierra, probablemente con una franja amarillenta en el
horizonte.
Pero curiosamente, en el hemisferio sur de este planeta el cielo es más
nuboso y amarillo.
Seguro que pueden verse los anillos, aunque son tan delgados que desde el
ecuador de Saturno serían casi invisibles.
Desde cualquier otro punto del planeta se verían como un espectacular arco
blancuzco que atraviesa todo el cielo.
Cuánto más se alejara el observador del ecuador, más grueso se vería.
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