De pulgas de dinosaurio a moscas acuáticas |
Nuevos fósiles de los géneros Strashila y Vosila ponen en duda la idea de que parasitaran la piel de dinosaurios emplumados y reptiles alados. Un estudio publicado en Nature sugiere que estos insectos extintos eran dípteros que perdían sus alas al salir de la crisálida, copulaban en el agua y morían en el acto. Su característica más extraña es que, según parece, algunos adultos tenían branquias, como las larvas.
Una investigación publicada en la revista Nature afirma que los insectos de la familia Strashilidae, que vivieron durante el periodo Jurásico en las actuales Rusia y China, no fueron parásitos externos de los pterosaurios –reptiles con alas– y de los dinosaurios con plumas, como se creía, sino dípteros relacionados con la familia Nymphomyiidae, a la que pertenecen ciertas moscas actuales.
Los Strashilidae han sido ampliamente considerados como ectoparásitos debido a la estructura de su boca y a la presencia de ‘pinzas’ que utilizarían para fijarse en el huésped. Pero ahora, científicos de centros de investigación chinos, franceses y estadounidenses han desvelado nuevos datos sobre estos insectos jurásicos bastante desconocidos. Para ello han estudiado fósiles de dos especies, Vosila sinensis y Strashila daohugouensis –esta última, un nuevo descubrimiento–, encontrados en la zona geológica de las camas de Daohugou, en Mongolia Interior (China).
Los investigadores afirman que en la fauna de Daohugou había ectoparásitos –principalmente pulgas–, pero los Strashilidae no eran parte de ellos, a la vista de las alas membranosas de algunos de los fósiles, la ausencia de pinzas en las hembras y las bocas vestigiales de los especímenes estudiados. Según creen, estos insectos tendrían un ciclo de vida acuático o anfibio.
Las características de los nuevos fósiles parecen indicar que los machos utilizaban las pinzas para fijarse a la hembra durante la cópula, y no para agarrarse a su huésped. La casi ausencia de boca implica que los adultos no se alimentaban, sino que tras salir de la crisálida perdían las alas, copulaban en el agua y morían durante la cópula. Esta idea se ve reforzada por la existencia de dos fósiles de parejas copulando, ambas sin alas.
Apéndices misteriosos
Una de las características únicas y más intrigantes de estos insectos prehistóricos era la presencia de varios pares de apéndices en el abdomen de los especímenes machos, difíciles de relacionar con la locomoción terrestre o el ectoparasitismo.
"Realmente no sabemos por qué estos apéndices sólo están presentes en los machos" declara a SINC el Dr. Huang. "Sin embargo, en una de las especies actuales con las que los strashílidos están emparentados (Nymphomyiidae) se observan apéndices similares que sólo son visibles en los machos. De la misma forma, en una especie fósil de Nymphomyiidae se observan los mismos apéndices en los machos", añade.
La conclusión de los investigadores es que estos apéndices podrían coincidir con las branquias utilizadas en la respiración acuática por algunas larvas de insectos. Es decir, las extensiones podrían ser un remanente de la fase de larva. Aunque existen en la actualidad casos similares, no se conocen ejemplos de adultos holometábolos –insectos más evolucionados, entre los que se incluyen los dípteros– con filamentos branquiales bien desarrollados y funcionales.
"Si seguimos comparando a los extintos Strashilidae con sus parientes actuales, podríamos desvelar más información sobre la evolución de los insectos", concluye Huang.
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