El trabajo es la nueva prisión
El supermercado TESCO utiliza brazaletes electrónicos que monitorean todas las actividades de los empleados, incluyendo descansos para ir al baño. La discusión sobre la relación entre las máquinas (o la tecnología) y el trabajo humano (o su deshumanización) tiene por lo menos desde el inicio de la era industrial en el siglo XVIII. En muchos aspectos las máquinas o los robots son más eficientes que el cuerpo humano para realizar ciertas tareas –pero desplazar al ser humano presenta una disyuntiva ética, siempre cuando no esta proveyendo la supuesta bonanza y libertad que prometen los entusiastas de la tecnología. Pero si se quiere mantener al ser humano cumpliendo pequeñas labores pueden utilizar máquinas para vigilar y controlar el trabajo humano.Según un reporte publicado por el Irish Independent, el gigante de los supermercados en el Reino Unido, TESCO, ha atado brazaletes electrónicos a los trabajadores de sus bodegas para medir su productividad, siguiendo sus actividades de cerca para que la administración pueda saber cuando toman un descanso para beber agua o ir al baño. Las pausas se ven reflejadas como bajas en la puntuación del desempeño de productividad de los trabajadores -que después aparentemente son utilizadas para intimidarlos para que trabajen más rápido.
Los brazaletes les otorgan un cantidad de tiempo por actividad a los trabajadores, por ejemplo veinte minutos para cargar paquetes de refrescos. Si los trabajadores lo hacen en veinte minutos se les otorgan 100pc, pero si lo hacían en diez, se les otorgan 200pc. TESCO negó que descansos para ir al baño afectaban las puntuaciones en su desempeño, sin embargo, un ex-empleado de la cadena de supermercados aseguró al Independent que su calificación después de ir al baño fue ‘mucho más baja’ de lo esperado. .
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