EL NIÑO AUTISTA EN LA ESCUELA
Según Bandura (1.987) los niños con "autismo severo
presentan grandes dificultades para aprender porque suelen dirigir su
atención solo hacia algunas de las muchas señales disponibles en el
medio y con frecuencia atienden a los detalles más pequeños e
irrelevantes". El autor antes citado, plantea que ante los estímulos
multidimensionales( con señales auditivas, visuales y táctiles), los
autistas a diferencia de los niños normales se fijan típicamente en una
de las 3 formas de información, siendo incapaces de aprender de las
otras formas. La mayor dificultad la presentan para hacer giros
atencionales.
No es raro que un autista no muestre
interés en aprender. El aprende de acuerdo con sus intereses, pero la
educación es la primera opción que se debe tener presente en los niños
autistas. El niño autista puede y deber ser educado.
La
escolarización adecuada de niños en sesiones individuales de
tratamiento y ayuda psicológica y médica, contribuyen en el aprendizaje
de niños autistas. Para ser eficaz, la educación debe ser personalizada y
realizada por personas con un alto grado de especialización y sobre
todo de comprensión y entrega. Es necesario que los educadores del niño
autista, posean un conocimiento profundo de técnicas y procedimientos,
capaces de desarrollar y ayudar a estos niños.
¿Qué enseñar?
Conductas
o estrategias que permitan al niño autista interactuar con las demás
personas y obtener un conocimiento social del medio que les rodea.
¿Qué metodología emplear?
Lo
primero que debe hacer el especialista, es adquirir una preparación
teórica y práctica que le permita realizar su trabajo adecuadamente.
Se
debe realizar una evaluación inicial que proporcione información clara
sobre el niño en todas las áreas de desarrollo: motriz, cognitiva,
social, comunicativa, etc.
Desglosar los objetivos
en pasos muy pequeños y formularlos en términos concretos de manera de
observar los avances que se logren.
Hacer evaluaciones continuas de la evolución del niño para obtener información sobre el estado del proceso educativo.
Crear
un ambiente estructurado en donde el especialista marca las pautas y
les ayuda a no sentirse perdidos. El especialista deberá preparar
sesiones de trabajo donde se establezcan normas claras para que el niño
se guíe. De esta manera, se utilizan métodos visuales, se recomiendan
tableros con palabras, dibujos y letras.
El
especialista debe asegurarse de que el niño comprende, para ello se debe
utilizar un lenguaje adecuado, ofreciendo la información suficiente
pero no excesiva, seleccionando información que esté dentro de la
capacidad de asimilación del niño.
Utilizar el
aprendizaje sin error, es decir partir de lo que el niño domina y añadir
a la tarea, elementos desconocidos en los que se ofrecerá toda la ayuda
al niño para que pueda finalizarla con éxito. La ayuda, se irá
retirando o disminuyendo a medida que el niño adquiera la destreza.
El
niño autista como cualquier niño, requiere de refuerzos positivos, es
por ello que se le deben suministrar continuamente en todas las
actividades que el niño realice. El refuerzo debe ser inmediato, se debe
dar nada mas realizar la conducta que se desea.
¿A través de qué estrategias se puede lograr el aprendizaje?
Ofreciendo al niño autista:
- Actividades rutinarias y estructuradas que lo ayuden a enfrentar problemas y a aprender de ellos.
- Oportunidades frecuentes para practicar y ensayar.
- Una planificación a través de información visual que pueda regular el comportamiento.
- Oportunidad para hacer elecciones.
- El aprendizaje de habilidades de comunicación para la interacción social.
¿Qué programas utilizar?
Existe
una carencia de programas diseñados para atender a los niños autistas.
Uno de estos programas es el método de Teacch, del grupo de
investigadores de Carolina del Norte, donde los objetivos surgen de
manera individual, de la observación de esa persona, en contextos
diferentes y de determinadas categorías sociales. Este programa ha sido
reconocido nacional e internacionalmente, ya que ha servido de modelo
para el establecimiento de programas similares.
El
objetivo principal del método Teacch consiste en preparar a la gente
con autismo para vivir y trabajar mas efectivamente en el hogar, en la
escuela y en la comunidad. Se preparan planes individuales para ayudar a
las personas autistas y sus familias a vivir juntos en forma afectiva,
reduciendo o removiendo los comportamientos autistas.
El
establecimiento de los objetivos, individualizados consta de cuatro
fases: 1) evaluación de las habilidades sociales, 2) entrevistas con los
padres para determinar su punto de vista sobre las habilidades sociales
del niño y sus prioridades para el cambio, 3) establecer prioridades y
expresarlas en la forma de objetivos escritos, 4) elaborar un diseño
individualizado para el entrenamiento de habilidades sociales.
¿Qué técnicas utilizar?
Se
consideran apropiados los tableros con palabras, dibujos y letras. La
comunicación verbal se fomenta con la práctica de guiones sociales y la
interacción social se logra a través de trabajos de grupo y juegos
didácticos donde puedan participar varios niños y de esa manera
interactúen entre sí.
¿Cómo evaluar?
Uno
de los instrumentos de evaluación más utilizados en los niños autistas
es el Perfil PsicoEducacional (PEP) (Schopler y Reichler 1979) el cual
fue creado dentro del Programa de División TEACCH con el fin de evaluar
determinadas áreas del desarrollo autista. La prueba permite evaluar en
la escala de desarrollo y la escala patológica.
¿Cómo puede ser tratado el autismo?
Las
terapias o intervenciones son diseñadas para remediar síntomas
específicos en cada individuo, a través de ellas se logra mejoras en la
conducta de las personas que lo padecen.
Las terapias de educación-conducta, enfatizan entrenamiento muy estructurado para desarrollar destrezas sociales y del lenguaje.
Terapias
de grupo, se realizan con un grupo de niños y terapeutas que
interactúan entre sí para lograr habilidades que ayudarán al autista a
lograr la autosuficiencia. Estas deberán realizarse en sesiones de tres o
cuatro horas diarias.
Terapias individuales, se
establecen en sesiones de una hora diaria y se realizan de manera
personalizada permitiendo la terapeuta observar la evolución del niño.
Terapias
sociales, se realizan en un ambiente estructurado con alto grado de
coherencia donde se realizan actividades que pretenden lograr la
interacción social. A través de estas terapias, se logran enseñanzas de
reglas básicas de conducta (comportamiento en público), rutinas sociales
(saludos, despedidas), enseñanzas de juegos (reglas a seguir), ayudas
al compañero, etc.
Terapias comunicativas y del
lenguaje, las cuales emplean tarjetas visuales donde se presentan
dibujos de objetos y el terapeuta repite con frecuencia el nombre del
objeto presentando, haciendo que el niño también lo repita, logrando de
esa manera que se pueda establecer una comunicación terapeuta-niño.
El
horario, la frecuencia de las sesiones y los períodos de vacaciones
deben quedar clarificados desde el inicio de las terapias.
Usualmente
están presentes materiales de tipo variado: papeles, lápices, pinturas,
plastilinas y juguetes, etc. También se pueden añadir otros materiales
que el terapeuta considere propicio para desarrollar ciertas habilidades
en los niños.
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