La piel como agente termorregulador
Efectivamente la piel es un
perfecto termorregulador. En los mamíferos, la sangre debe mantenerse a una
temperatura estable, independientemente de cuál sea la del ambiente o producida
por la actividad física del organismo. La piel contribuye a esa estabilidad
facilitando el enfriamiento de la sangre cuando corre el riesgo de calentarse
demasiado y evitando que su temperatura disminuya si el peligro desaparece.
Capas de la piel. |
Está constituida por varias capas
que, desde la superficie a la profundidad, son la epidermis, la dermis, y la
hipodermis. La particularidad de la epidermis es que sus células poseen la
facultad de multiplicarse indefinidamente para llegar, en forma de piel nueva,
a la superficie. Tanto se multiplica, que al final de nuestra vida nos hemos
podido desprender de unos veinte kilos de células cutáneas.
La piel y sus capas:
http://www.youtube.com/watch?v=xtN2g6IIE5Q
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