ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 2012-06-01 a las 09:00 Hrs.
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Cuáles son los accidentes más frecuentes
Desafortunadamente las principales
víctimas de los accidentes son los niños y la mayoría de ellos ocurren
dentro del hogar donde los pequeños se encuentran bajo la
responsabilidad de un adulto que debería cuidarlos.
El envenenamiento, las quemaduras, las
heridas, las fracturas y luxaciones y la obstrucción de la respiración
son las principales lesiones que atacan a los niños. En nuestro país,
los accidentes son la primera causa de muerte infantil.
Los accidentes son situaciones que se presentan rápida e inesperadamente y ponen en peligro, en la mayoría de las ocasiones, la integridad física y la vida de las personas.
En los niños, un suceso de este tipo les
causa desde sufrimiento y dolor hasta la pérdida de energía y, en
ocasiones, invalidez o incluso la muerte. En el hogar son frecuentes las
caídas, quemaduras y asfixias, debido a que no se toman las
precauciones necesarias o los pequeños están al cuidado de un miembro de
la familia o conocido menor de edad. También la ingestión de bebidas
tóxicas es un accidente constante por la curiosidad natural del niño y
porque los menores de cinco años tienen la tendencia de llevarse cosas a
la boca.
Prevención y primeros auxilios
Obstrucción
La obstrucción de la respiración se
presenta cuando se nos atora algún objeto en la garganta y nos impide
respirar; esta situación puede llevarnos a la asfixia. La obstrucción de
las vías respiratorias es común en los niños porque suelen llevarse a
la boca muchos de los objetos que encuentran a su paso.
Cuando enfrentemos un accidente de este
tipo no debemos sacar el objeto con la mano porque podemos hundirlo más.
Se recomienda intentar su expulsión colocando al niño boca abajo y
golpeándolo en la espalda con la palma de la mano; si no lo expulsa, la
decisión más adecuada consiste en acudir inmediatamente al servicio
médico más cercano.
La causa más frecuente de la obstrucción
es un fragmento de comida o un objeto alojado en la garganta. Cuando
esto ocurre, puede sobrevenir una asfixia mortal en menos de cuatro
minutos.
Otra causa de ahogamiento son las contracturas musculares por la inhalación de gases venenosos.
Un signo inequívoco de ahogamiento es la
imposibilidad de hablar, la víctima tose y hace esfuerzos por respirar,
la falta de oxígeno hace que se le ponga el rostro amoratado y después
azulado.
Para eliminar una obstrucción golpee con
fuerza la espalda del lesionado tres o cuatro veces. Si no resulta,
colóquese de pie detrás de ella, rodeándole con los brazos la parte
inferior del pecho, cierre una mano en forma de puño, y sujétela
fuertemente con la otra, ambas manos sujetarán la zona central y por
debajo de las costillas de la víctima.
Esta persona debe inclinarse hacia
adelante, con los brazos y la cabeza colgando. Entonces, aplique un
fuerte apretón hacia adentro y arriba sobre el abdomen. De ser
necesario, repita esta maniobra varias veces para forzar a la víctima a
que expulse el objeto que produce la obstrucción.
Mordeduras de animales y picaduras de insectos
Las mordeduras de animales y las
picaduras de insectos son accidentes que pueden resultar fatales. Por
ejemplo, la mordedura de un perro o rata con rabia puede ocasionar que
nos contagiemos de esa enfermedad mortal, o una picadura de abeja
también puede traer graves consecuencias.
Cuando vivamos un accidente de este
tipo, lo más importante es acudir de inmediato a la Unidad de Salud. Si
nos ha atacado un perro o una rata, es necesario investigar si el animal
sufre de rabia, pues de eso dependerá el tratamiento que vamos a
seguir.
Las mordeduras y picaduras
venenosas son, relativamente, poco frecuentes, sin embargo, algunas
pueden causar desfallecimiento, palidez, náusea, vómito, dificultad
respiratoria y aceleración del ritmo cardiaco, o en el peor de los casos
pueden ser mortales. Los distintos venenos de los animales requieren un
tratamiento médico distinto, por lo que se debe identificar al animal
responsable o capturarlo para su identificación por expertos
competentes.
Caídas
Los accidentes más comunes durante la
infancia son las caídas, incluso estamos acostumbrados a verlas como
algo normal, sin embargo, pocas veces nos percatamos de que pueden
ocasionar lesiones tan graves como una fractura o incluso la muerte.
Cuando una caída origina un raspón leve o
un rasguño, sólo debemos lavar la herida con agua y jabón. Pero cuando
un hueso se ha roto o se ha salido de su lugar, debemos acudir al médico
para que el accidentado reciba atención profesional lo antes posible.
La libertad de explorar implica
tropiezos, y el medio de un niño pequeño debe permitir “tropiezos
seguros”, Además de la lección aprendida, estos tropiezos pueden
considerarse como una preparación contra accidentes más graves a través
del incremento de la confianza del niño en su propia habilidad para
enfrentarse a cambios inesperados.
Envenenamiento e intoxicación
El envenenamiento y la intoxicación se
presentan por ingerir sustancias tóxicas que pueden dañar nuestro
organismo. Entre los elementos venenosos más comunes se encuentran los
limpiadores domésticos como el cloro, el detergente y la sosa.
También son muy dañinos los insecticidas, las medicinas y los alimentos descompuestos.
Cuando nos percatemos de que una persona
ha tragado una sustancia venenosa, no debemos hacerla vomitar, es mejor
transportarla rápidamente al hospital más cercano.
Hay cuatro formas fundamentales de
envenenamiento: inhalación de agentes nocivos (como el humo de los
automóviles), ingestión de venenos, absorción de productos químicos por
la piel e inyección. Al ser ingeridas las sustancias venenosas, afectan
al estómago y al intestino produciendo vómitos, dolor o diarrea. Si se
ingieren corrosivos, se pueden producir quemaduras en labios, boca y
estómago con dolor intenso y lesiones graves.
Muchos productos de limpieza, como los
blanqueadores, son tóxicos, por eso se deben mantener fuera del alcance
de los niños. También algunas plantas y hongos son venenosos.
Algunos venenos pueden afectar al sistema nervioso produciendo delirio, convulsiones y pérdida de conocimiento.
Cuando algún accidente de esta naturaleza ocurra:
Quemaduras
Muchos accidentes que ocurren en la casa
están relacionados con el fuego; una quemadura grave puede ocasionar la
muerte de un niño o discapacitarlo para toda la vida. Pocas veces
pensamos que una quemadura en la mano impedirá que un niño pueda tomar
un lápiz o una herramienta, eso cambiará su vida en forma definitiva.
Cuando nos enfrentemos a una quemadura
no debemos tocar el área lesionada, ni retirar nada que haya quedado
adherido a la lesión, es conveniente colocar la parte quemada bajo el
chorro suave del agua limpia y acudir de inmediato al servicio médico.
En las quemaduras de primer grado, el
daño se limita a la capa más externa de la piel, en la que tiene lugar
un enrojecimiento, aumento del calor y, en ocasiones, formación de
ámpulas y ardor si se toca la zona afectada. Un ejemplo son las
quemaduras solares.
En las de segundo grado, la lesión se
extiende más allá de la capa externa y afecta capas más profundas
ocasionando formación de ampollas.
Con las de tercer grado, todo el espesor
de la piel está destruido y se observa una capa carbonizada de tejido.
La gravedad de la quemadura depende de la superficie quemada y de la
profundidad de la lesión.
La aplicación correcta de los primeros auxilios es esencial para una rápida recuperación:
Cortaduras
Las heridas se provocan cuando un objeto
filoso o punzocortante llega a nuestro organismo y nos causa una
lesión. Esta lesión puede ser de diversa magnitud, va desde una pequeña
cortadura hasta una mutilación o pérdida de una miembro.
Cuando tenemos una herida debemos lavar
perfectamente con agua y jabón la parte afectada y acudir a la Unidad de
Salud para que un médico revise la lesión. Una cortadura es una rotura
de la piel que permite la salida de la sangre y puede causar una
infección.
Las heridas incisas, por ejemplo, hechas
con una hoja afilada, suelen sangrar abundantemente; las heridas
contusas con los tejidos desgarrados, sangran menos que las incisas,
pero pueden cicatrizar con mayor dificultad. Los cortes puntiformes
pueden tener orificios relativamente pequeños, pero a veces son
profundos y causan daños graves a los tejidos subyacentes.
La mayoría de los cortes son leves y no
requieren atención médica. Si la víctima tiene una herida profunda y
sucia, se debe consultar un médico, ya que puede ser necesaria la
vacunación antitetánica. Cualquier herida grande debe ser examinada por
un médico, pues tal vez sea necesario suturarla.
La limpieza es muy importante en la curación de todas las heridas para que se alivien más pronto y no se infecten.
Para curar una herida, primero lávese
bien las manos con agua y jabón, entonces lave bien la herida con agua
hervida y fría; si es posible, use una jeringa o una pera de hule;
utilice jabón, ya que cualquier basurita dejada en la herida, puede
causar infecciones peligrosas, como el tétanos.
Al limpiar la herida, tenga cuidado de
quitar toda la tierra; si la herida forma un pellejo, levántelo y quite
toda la basura, para esto puede usar unas pincitas o cualquier
instrumento, pero siempre hiérvalo primero para que esté bien limpio
(estéril).
Nunca ponga alcohol, tintura de yodo o mertiolate dentro de una herida, ya que puede dañar los tejidos y tardar el alivio.
La prevención de accidentes infantiles
consiste en proporcionar al niño un ambiente natural y sin riesgos para
que realice sus actividades. La principal forma de prevenir accidentes
en el hogar es mantener el orden en la casa para que cada cosa esté en
su lugar y los objetos de riesgo, fuera del alcance de los niños.
Los adultos debemos estar conscientes de
los riesgos que representa dejar al alcance de los niños objetos
punzocortantes, líquidos tóxicos, venenos, aceites, cerillos, armas de
fuego, herramientas, etcétera. Es fácil que los menores, por su
curiosidad natural, les llame la atención algún objeto o animal; por ello es nuestro deber indicarles qué pueden tocar y qué no, con el fin de proporcionarles la mayor seguridad posible.
El botiquín de primeros auxilios
Para prevenir las heridas, debemos estar
alertas ante la presencia de tijeras, cuchillos, astillas de madera,
navajas de afeitar, vidrios rotos y clavos entre otras cosas. Todo esto
debe estar lejos de los niños.
También es conveniente contar con un
botiquín que contenga algodón, alcohol, gasas, agua oxigenada y
mertiolate, estos elementos nos ayudarán a mantener la herida limpia y
con grandes posibilidades de una rápida recuperación.
El botiquín es el espacio donde la
familia o la comunidad tienen los medicamentos necesarios para prestar
los primeros auxilios a una persona. Debe tener los materiales
indispensables para tratar lesiones, infecciones leves y enfermedades
comunes.
Es importante que los miembros de
la familia entiendan que el botiquín es para beneficio de todos, por tal
motivo, debe encontrarse al alcance, pero no a disposición de niños
pequeños; es importante tener presente que el lugar donde esté, sea
fresco, limpio, alejado de la humedad y de los rayos del sol. Los
diversos materiales que se encuentran en él necesitan estar marcados y
se debe revisar frecuentemente su fecha de caducidad. |
viernes, 8 de marzo de 2013
Accidentes más frecuentes en los niños
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