EL BLOG EN LA COMUNIDAD CIENTÍFICA |
Internet
como medio de comunicación ha acabado derivando en los últimos años en la
denominada Web 2.0, un término acuñado por Tim O’Reilly para definir la
metamorfosis que tuvo lugar en la red tras el estallido de la burbuja de las
empresas puntocom. (O’Reilly, 2005).
Este nuevo ciberespacio está compuesto por todo un conjunto de servicios web
normalmente de carácter gratuito y complementario entre sí (Wikipedia, Flickr, Youtube, Twitter, Del.cio.us.,
Facebook). Estos servicios facilitan la generación, publicación e intercambio
de contenidos en múltiples formatos (videos, fotografías, audio, texto) sin necesidad
de contar con una gran capacitación tecnológica, por lo que cualquier usuario
puede hacer uso de los mismos. Asimismo fomentan la interacción entre ellos
mediante sistemas de comentarios y sindicación de contenidos. Estas
características le añaden un fuerte componente de interactividad y de
participación activa generándose redes y comunidades de intereses muy diversos,
es por ello que también se habla de una nueva Web Social.
Antes de seguir avanzado es
importante aclarar qué entendemos por
blogs científicos, académicos o Science Blogs,
como se denominan en el mundo anglosajón. Aunque todos los blogs tienen un
soporte y una filosofía común, los
bloggers suelen aglutinarse y organizarse en comunidades menores según
los temas tratados, el origen geográfico o los intereses de sus autores.
Un ejemplo evidente es
la biblioblogosfera, biblogsfera o bibliogsfera,
términos empleados para denominar los blogs del ámbito de la Documentación.
En principio para establecer
el marco al que se circunscriben los blogs científicos podrían emplearse al
menos dos perspectivas. En primer lugar se podría asumir que todas aquellas
bitácoras que hablan sobre temas relativos a la ciencia podrían considerarse
científicas. Sin embargo, si seguimos esta perspectiva habría que incluir como
mínimo los 24.793 blogs que el Directory
Search de Technorati incluye bajo el paraguas del término Science. Este
criterio no es del todo operativo ya que la blogosfera es un espacio público
con millones de personas generando contenidos de calidad y temática muy
diversa. No todo el conjunto puede ser considerado de interés para la comunidad
científica ya que los resultados abarcan blogs que van desde la tecnología a
las pseudociencias (Bonetta, 2007). No parece, por tanto, que la cobertura
temática sea una forma adecuada de aproximarse a una definición operativa de
blog científico.
Las utilidades de los blogs científicos
Respetando las anteriores
condiciones, los blogs ofrecen un variado abanico de posibilidades en diversos contextos
científicos y académicos. En principio podemos distinguir cuatro usos básicos
que se pueden dar de forma conjunta o bien separada en un mismo blogs dependiendo
de su grado de especialización, su orientación y sus objetivos. Son los
siguientes:
Medio
de publicación sin intermediarios.
El uso más distintivo que se
le puede dar a un blog es su
aprovechamiento como medio de publicación de resultados de investigación. Se
eliminan de esta forma los intermediarios, por lo que desaparece el impasse de espera
que conlleva la revisión de los trabajos en las revistas científicas, y supone
una inmejorable forma de hacer llegar la información al resto de la comunidad
de una forma más rápida, directa y personal (por ejemplo, Hughes et al, 2006).
En la misma dirección es posible emplear los blogs para adelantar los artículos
aceptados en revistas sometidas a revisión por pares (Torres-Salinas, 2007), o
en casos extremos, como el Reed A. Cartwright, puede ayudar a establecer la
prioridad sobre un descubrimiento científico (Foster, 2008). Además los blogs permiten
que los resultados puedan ser comentados por la comunidad generándose un
feedback en el que se corrigen errores, se amplía información o bien se matizan
malentendidos. Liquidan por tanto la rigidez de las revistas científicas y
generan una conversación experto-experto. Un ejemplo de este tipo de debates lo
encontramos en Hurricanes and Global Warming - Is There a Connection? publicado
en el blog Real Climateque llegó a recibir 370 comentarios en una fructífera
conversación on-line entre
investigadores del cambio climático (Rahmstorf et al, 2005). Otro excelente
ejemplo de las discusiones virtuales que se pueden producir lo representa la
celebración de reuniones o congresos empleando como soporte un blog. Tal es el caso del Simposium on The Future of
Scholarly Communication. Sin embargo la libertad de
publicación que ofrecen los atenta directamente contra uno de los pilares de la ciencia moderna: el peer review. No es del todo evidente que los
científicos vayan a consumir en breve y de forma masiva información que no haya
sido sometida al escrutinio previo del experto. Junto a esto hay que añadir el
escaso o nulo reconocimiento que reciben los autores por este tipo de
publicación; estas razones hacen que aunque se presuma su potencial, los blogs
sigan bajo sospecha en la mayor parte de la comunidad científica, acostumbraba
a consumir información extremadamente filtrada y a recibir recompensas por su
trabajo.
Tablón
de anuncios y repositorio personal o colectivo
El blog se erige igualmente
en una excelente herramienta para anunciar las actividades y las noticias más relevantes
de una institución, un grupo de investigación, una disciplina o un autor
individual. Se convierten de este modo en una plataforma atractiva para
aumentar la visibilidad y el impacto de los contenidos. Aunque no es frecuente,
podemos encontrar algunos ejemplos como el caso del WeBlog Aragosaurus del Grupo de Investigación de vertebrados del
Mesozoico y el Cuaternario de la Universidad de Zaragoza o Ec3noticias, del Grupo
Evaluación de la Ciencia y la Comunicación Científica de la Universidad de Granada. Un ejemplo extremo
del uso de los blogs dentro de una institución científica es el de Redfield Lab
que obliga a todos los integrantes del mismo a mantener un blog con las
investigaciones que están llevando a cabo (Ng, 2007).
Tampoco las grandes
universidades han dejado pasar la oportunidad; es el caso de Harvard con sus
Weblogs at Harvard Law School. Gracias a la convergencia con otras plataformas
como SlideShare o Youtube al mismo tiempo que se anuncian y
presentan actividades, los contenidos pueden enriquecerse con todo tipo de
materiales audiovisuales. Los blogs se convierten entonces en un verdadero
repositorio multimedia a disposición de toda la comunidad científica.
El
blog como medio de difusión selectiva de la información
Pero quizás hasta el momento
donde mejor se ha plasmado la verdadera utilidad de los blogs es en la difusión
selectiva de la información científica. Un amplio porcentaje de los post que se
publican diariamente en los blogs científicos están dedicados a comentar,
analizar y difundir textos científicos. Son por tanto los mismos científicos
los que desinteresadamente recomiendan los textos que han considerado más
interesantes. Se observa en estos casos la sustitución de la figura del
intermediario. Si antes era el bibliotecario, ahora es el blogger el que filtra
la información, otorgándole además un valor añadido (aportaciones, críticas,
tags), que enriquece y facilita el consumo de información científica. Dentro de
este contexto es necesario hacer referencia a la reciente pero ya consolidada
iniciativa Bloggers for Peer Review Reporting (BPR3) a través de la cual se
insta a los bloggers científicos a catalogar e identificar visualmente todos
aquellos posts que versen sobre investigación sometida a revisión por expertos.
De esta forma se consigue identificar los posts con información científica de
calidad e interés, favoreciendo la diseminación y la discusión en la investigación.
Acercar
la ciencia al público no especializado
Aunque los blogs científicos
estén escritos por profesionales, normalmente éstos adoptan los estándares generales
de la blogosfera en lo que a redacción se refiere. Suelen emplear un lenguaje
sencillo, en primera persona, cercano al lector y con una extensión en los
posts relativamente corta, en párrafos breves y directos. Se convierten por
tanto en un excelente medio para dar a conocer la ciencia a lectores no
especializados. De esta forma el blog científico se convierte en una traducción
del lenguaje científico a un lenguaje ordinario convirtiendo la actividad
investigadora en algo más cercano
socialmente. Es lo que Antonio Lafuente, investigador científico del CSIC, y
editor del blog Tecnocidanos ha denominado una desaristocratización del conocimiento
(Lafuente, 2006). Un ejemplo con gran aceptación por parte de una audiencia no
especializada es
Diario de una Científica,
donde una estudiante de postgrado reseña sus vivencias en un laboratorio de
genética.
Las revistas científicas
reaccionan.
La
reacción de las mejores revistas científicas pone en evidencia el papel que
están empezando a jugar los blogs como medio de comunicación. Muchas de ellas,
lejos de ver una amenaza han sabido explorar y explotar todas las utilidades
anteriormente reseñadas en beneficio propio. Podemos sintetizar su posicionamiento respecto al nuevo medio en
una doble reacción.
La primera se caracteriza
por la integración silenciosa de
los sistemas de gestión de contenidos
2.0 en las versiones electrónicas de las revistas. Es el caso de PloS One, una publicación que
concibe los artículos como sin fueran posts; cualquier lector, al igual que en
los blogs, tiene oportunidad de comentar los trabajos minutos después de su
publicación. Además estos mismos artículos incorporan una opción que permite
seguir las reacciones que han provocado en la blogosfera. También Nature Group
Publishing ha sabido experimentar con las herramientas 2.0. Su estrategia
incluye el lanzamiento de podcasts,
un site donde publicar resultados preliminares
de investigación abierto al escrutinio de la comunidad científica (Nature
Precedings) o la presencia activa en el mundo virtual de Second Life. Pero
quizás fue su experimento con el Open Peer Review la iniciativa que más interés
ha despertado.
Bajo este sistema cualquier
usuario registrado de Nature podía emitir comentarios públicos acerca de los
artículos que en ese mismo momento estaban pasando el habitual proceso de
revisión de la revista. Sin embargo los resultados finales pusieron en
evidencia la dificultad para generar participación activa en el colectivo
científico (Nature, 2006).
La segunda respuesta que han
ofrecido las revistas es crear sus propios blogs, alojados en sus sedes web. Es
el caso de las revistas Nature, Science, Plos, British Medical Journal o de
Library Journal o Information Research en el ámbito de la Biblioteconomía y
Documentación. Nature, por ejemplo, alberga hasta 18 blogs que tratan desde los
avances en las disciplinas científicas con mayor repercusión hasta reflexiones
sobre el propio proceso de revisión científica, como es el caso del blog
dedicado al Peer Review. El objetivo que se busca es la fidelización de los
lectores mediante la actualización constante de contenidos, la cercanía y el
diálogo con el usuario, todos ellos aspectos importantes de la imagen de marca
de una publicación. 5 Organización de
los bloggers científicos: comunidades y carnavales
No solo las grandes revistas
o instituciones importantes son capaces de aglutinar conjuntos de blogs bajo un
mismo portal. Existen una serie de sitios web específicos que otorgan
visibilidad y reconocimiento a los autores de blogs científicos. El servicio
más reconocido a nivel internacional es
ScienceBlogs, una red comercial que agrupa a más de 60 bitácoras. Los
editores del portal invitan a bloggers reconocidos a unirse a la red, con absoluta
libertad en los contenidos y compartiendo los beneficios económicos obtenidos
mediante la publicidad.
Otro de los portales más
populares es PhDWeblogs, un directorio donde los estudiantes de doctorado
pueden registrar los blogs relacionados con sus investigaciones académicas.
En
España el caso más conocido es el servicio de alojamiento de blogs de madri+d
donde, a través de 60 blogs, se pretende estimular el debate público sobre
ciencia y tecnología. Otro de los servidores nacionales es Hispaciencia, que
reúne blogs científicos con finalidad divulgativa y bajo supervisión editorial
no exenta de polémica, como demuestra la expulsión del blog Genciencia, por sus
múltiples errores y contenidos pseudocientíficos (Hispaciencia, 2006).
Aparte de estos servicios de
alojamiento específicos, los bloggers interactúan entre sí y comparten
información científica a través de los carnavales o carnivals, una de las formas más originales
de participación.
El
caso de la Biblioteconomía y Documentación
En el área de
Biblioteconomía y Documentación los blogs académicos reproducen algunas de las
aplicaciones ya comentadas para el conjunto de las ciencias. Uno de los
ejemplos más notables lo aporta el blog Observatorio de Martinej gestionado por
Luis Javier Martínez, desde el cual realiza revisiones críticas de fuentes de
información y libros científico-técnicos de interés tanto para bibliotecarios
como para investigadores. Pero quizás el ejemplo más ilustrativo por su
carácter abierto a toda la comunidad es el de Bibliometria.com que se ha convertido
en poco tiempo en todo un referente de la disciplina. En él se reseñan
artículos de corte más polémico con los que se pretende generar debate sobre
temas candentes en el circuito académico. La polémica sobre el método de cálculo
del factor de impacto (Roldán, 2007) ejemplifica igualmente que la aportación
de los comentaristas puede generar una discusión fructífera, enriqueciendo el
contenido de un blog.
En
otros casos los blogs actúan como introductores de nuevos campos de investigación
en el mundo de la Documentación. Así ocurrió con el mismo
concepto de Biblioteca 2.0, término que alude a la aplicación de las tecnologías
y la filosofía de la web 2.0 a las
colecciones y los servicios
bibliotecarios, tanto en un entorno virtual como real (Margaix, 2007).
Surgido en el año 2005 se desarrolló inicialmente a partir de las reflexiones de
diversos bloggers. Poco después estas
aportaciones se han difundido a través de los canales formales de comunicación
académica, como revistas profesionales (Casey y Savastinuk, 2006) y más
recientemente, monografías (Casey y Savastinuk, 2007), en un ejemplo más de la
difusa frontera existente entre medios. Sin embargo algunos bloguers han
preferido publicar sus trabajos de investigación desde su propio blog.
La mayoría de los autores de
los blogs más destacados de Información y Documentación usan en la actualidad
otros canales de comunicación científica tales como la publicación en revistas
revisadas por pares, asisten a congresos y reuniones profesionales o imparten
cursos dentro de sus áreas de interés (Torres-Salinas et al, 2008). La
visibilidad profesional que proporciona el mantenimiento de un blog ha sido en
muchos casos responsable de esta sinergia entre los canales informales y
formales de comunicación científica.
Al igual que los bloggers acceden al terreno
académico, éstos comienzan a experimentar igualmente con el formato blog. Cada vez
son más los académicos que han incorporado la lectura de estas fuentes a su
menú informativo diario y que tímidamente se están lanzando a escribir sus
propios blogs.
Referencias bibliográficas
Bonetta, Laura. “Scientists enter the blogosphere”.
En: Cell, 2007, v. 129, n. 3, pp. 443-445.
Butler, Declan. “Science in the web age: Joint
efforts”. En: Nature, 2005, v. 438, n. 7068, pp. 548-549 Casey, Michael E.;
Savastinuk, Laura C. “Library 2.0. Service for the next-generation library”. En:
Library
Journal, 2006, septiembre,
n. 14. Consultado en 15-12-2007. http://www.libraryjournal.com/article/CA6365200.html
Casey, Michael E.;
Savastinuk, Laura C. Library 2.0: A
Guide to Participatory Library Service. Medford: Information Today, 2007, ISBN
978-1-57387-297-3
El uso del blog, en la comunidad científica, ha traído grandes avances, ya que personas de diversos países se unen a contribuir con las investigaciones en muchas ramas de estudio.
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