LA VIVIENDA DE LAS AVES
Para la construcción de los nidos, las aves primero eligen el lugar del emplazamiento, luego recolectan los materiales y posteriormente lo construyen.
De acuerdo
con el ambiente que rodea y los elementos que consigan en su entorno, son
diversos los materiales que las aves usan en la construcción de sus nidos:
barro (carricero común, golondrina), espigas de gramíneas, espinas de
coníferas, palos, ramitas, hojas, hierbas secas, telas de arañas, trozos de
cordeles, restos de papeles, pedazos de telas, trocitos de papel de aluminio
(urracas y cuervos), plumas, clavos, restos de piel, pelos, mechones de lana de
oveja, crines, musgos, líquenes, y otros elementos que pueda conseguir,
especialmente en cercanías de zonas urbanas.
FORMAS:
Los nidos
pueden ser de variadas formas, la más común es la forma de cuenco o copa. Le
van formando la concavidad central aplastando con el pecho y las patas, a esa
mezcla de barro o ramas y saliva. Hay casos, como los nidos de águilas, en que
es un aglomerado de ramas amontonadas con un peso superior al de un automóvil.
Hay aves que realizan sus viviendas con una consistencia débil, mientras que
otras lo realizan en diversas capas, con revestimientos de barro y otros
materiales, para lograr aislamiento y solidez.
Cada especie tiene un modelo de construcción, y no necesita de planos para su realización, solamente el instinto. La oropéndola de Baltimore realiza su nido en forma de bolsa que cuelga de una rama. El tejedor africano, que logra hacer nudos con su pico y sus patas, realiza un nido entretejido en forma de trompeta que consta de una cámara esférica con entrada tipo embudo, lo que le sirve para protegerse él y sus crías, de las serpientes. El tejedor aldeano construye su nido en forma de campana, colgando de una cuerda entretejida, de un árbol, y con la entrada en la parta inferior. El nido del mito mide unos 18 centímetros, está construido con pelos, telarañas, musgos y plumas; y tiene una entrada y lugar tan estrecho que la hembra se ve obligada a replegar la cola a lo largo de la pared para caber allí. Otro nido pintoresco es el del hornero, trabajado en barro, con dos cavidades interiores, y construido sobre un poste, árbol o elemento que le sirva de base.
Otras aves como el arao no construyen nidos.
Cada especie tiene un modelo de construcción, y no necesita de planos para su realización, solamente el instinto. La oropéndola de Baltimore realiza su nido en forma de bolsa que cuelga de una rama. El tejedor africano, que logra hacer nudos con su pico y sus patas, realiza un nido entretejido en forma de trompeta que consta de una cámara esférica con entrada tipo embudo, lo que le sirve para protegerse él y sus crías, de las serpientes. El tejedor aldeano construye su nido en forma de campana, colgando de una cuerda entretejida, de un árbol, y con la entrada en la parta inferior. El nido del mito mide unos 18 centímetros, está construido con pelos, telarañas, musgos y plumas; y tiene una entrada y lugar tan estrecho que la hembra se ve obligada a replegar la cola a lo largo de la pared para caber allí. Otro nido pintoresco es el del hornero, trabajado en barro, con dos cavidades interiores, y construido sobre un poste, árbol o elemento que le sirva de base.
Otras aves como el arao no construyen nidos.
También los
lugares elegidos varían enormemente. Mientras unos lo realizan directamente en
el suelo ( escribano palustre), otros aprovechan las construcciones de
edificios, campanarios, torres y hasta veletas, para emplazar su nido
(cigüeñas, grajas, palomas), en cornisas, chimeneas, huecos o aleros
(golondrinas, vencejos), o realizan dichos huecos en paredes o árboles (pájaro
carpintero).
HUEVOS:
Los huevos varían en su color y tamaño de acuerdo a
la especie a la que pertenezcan. Los hay muy grandes, como el del avestruz, que
puede pesar alrededor de 1,5 kg; el del albatros, que pesa unos 500 gramos, y
se incuba durante 80 días; el del emú de Australia, que pone huevos verde
oscuros y a los días se transforma en negro brillante y alcanza un peso de 600
gramos. Los huevos más pequeños de todas las aves son los del colibrí, miden
cerca de 1 centímetro de largo y pesan 0,35 gramos.
Los colores varían desde el blancuzco a los de colores oscuros, o con manchas, dibujos y arabescos multicolores.
Los colores varían desde el blancuzco a los de colores oscuros, o con manchas, dibujos y arabescos multicolores.
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