Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

jueves, 13 de septiembre de 2012

Educación basada en competencias: vinculación de aptitudes, actitudes y valores.


        
El aprendizaje basado en resultados que reflejan habilidades, conocimientos, actitudes y valores es la nueva reforma educativa que desde hace algunos años se ha comenzado a implementar en nuestro país, pero realmente ¿qué es lo que significa este aprendizaje por competencias y qué implica? ¿Para qué sirven las competencias y cómo pueden aplicarse en los alumnos? 

Preciso e importante por ello presentar este ensayo como utilidad para el lector interesado sobre el tema, donde explicaré estas cuestiones para que logren esclarecer la incertidumbre que actualmente se tiene sobre la educación basada en competencias y puedan comprenderla de una manera más concreta con ideas más sólidas y claras.

Para iniciar, este enfoque educativo fue implementado de manera externa a nuestro país, de tal modo que se ha asumido la postura de que si es bueno para otros países, lo tiene que ser también para el nuestro, aunado a ello y como consecuente, se ha originado cierta incertidumbre sobre el tema en los principales agentes encargados de que se ejecute esta educación basada en competencias: los docentes. De tal manera que ante esta situación, el riesgo inminente es que el profesorado caiga en la simulación y siga haciendo las cosas igual que antes, en otras palabras la misma reforma educativa anteriormente puesta en marcha pero ahora disfrazada.

En mi caso por ejemplo cuando por primera vez supe que nuestro país ya había implementado una nueva reforma educativa lo escuché de un par de maestros que ya llevan tiempo dando clase en el aula y sin embargo no pudieron darme una clara definición de lo que significa este nuevo curriculum por competencias. Ideas como “la evaluación ahora es diferente: por proyectos y análisis de casos”, era la principal explicación que la mayoría me daba sin profundizar en el tema, aunado con esto la explicación que me daban venía acompañada de un claro rechazo a esta nueva reforma.

Por ello claro esta que yo tenía conocimientos sin argumentos sólidos sobre que era realmente lo que significaba para mí este nuevo enfoque en  la educación, por lo que yo tampoco tuve mucho interés por saber en que consistía este nuevo aprendizaje por competencias y sólo me límite a saber que la evaluación era diferente, así como también algunas ideas que deduje en base a la palabra competencia como pensar de que se iba a establecer un ambiente competitivo en el aula para generar motivación de los alumnos.

Sin embargo mis ideas sobre este nuevo enfoque eran muy diferentes a lo que realmente es una pedagogía basada en competencias, ya que en esta nueva forma de educar debe el docente hacer que los alumnos tengan la habilidad para satisfacer con éxito exigencias complejas en un contexto determinado, a través de la movilización de prerrequisitos psicosociales que incluyen aspectos tanto cognitivos como no cognitivos” (DeSeCo, 2005; Rychen y Salganik, 2003).

Por lo que queda claro que en este enfoque requiere que el educando además de tener los conocimientos y habilidades, asume la capacidad de afrontar demandas complejas en un contexto particular, un saber hacer complejo, consecuente de la integración y movilización de capacidades, conocimientos, actitudes, valores, utilizados eficazmente en situaciones reales (DeSeCo, 2005; Richen y Salganik, 2003).

Este enfoque educativo claramente nos muestra que para que el alumno sea competente implica que éste pueda desarrollar en su persona el saber pensar, el saber hacer y el saber ser en un contexto determinado, de tal modo que éste logre eficazmente vincular estas aptitudes, actitudes y valores con éxito. La primera característica a desarrollar en el alumno: el saber pensar; haciendo referencia a aprender todos los conocimientos teóricos de contenidos temáticos, el saber hacer; que se refiere a todas las habilidades y destrezas necesarias para darle una aplicación funcional a esos conocimientos teóricos, y por último el saber ser; parte en donde las actitudes y valores toman lugar, actitudes que debe tener el alumno para poder actuar de forma adecuada ante cualquier situación y los valores que se traducen en que las actividades realizadas están vinculadas a las convicciones que orientan a nuestra conducta.

Esta claro que la educación basada en competencias nos permite desarrollar en el alumno tanto aptitudes como actitudes y valores para que éste pueda movilizar todos esos recursos y poder vincularlos eficientemente con éxito ante una situación real en un contexto particular, sin embargo una gran dificultad para aplicar las competencias en la educación es la participación del profesorado, ya que esta reforma curricular al final de cuentas su puesta en escena se encuentra en las manos del docente, por lo que considero que es necesario no solo publicar en un D.O.F. (documento oficial de la federación) que ya existe una nueva reforma educativa a aplicar, sino que es pertinente involucrar en especial a estos agentes encargados de la educación en nuestro país, principalmente a los docentes brindándoles la capacitación necesaria para que ellos puedan tener una clara conceptualización de las competencias lo que implica y como debe aplicarse en los alumnos para que pueda realmente llevarse a cabo la puesta en marcha de esta reforma educativa.

Sitios web de interés sobre el tema:





Bibliografía consultada


http://sicevaes.csuca.org/attachments/134_La%20educaci%C3%B3n%20basada%20en%20competencias.PDF

1 comentario:

  1. Muy bien la estructura de tu ensayo y también el apoyo de fuentes, solo faltó que también incluyeras algún autor de los que estudiamos en el verano.

    ResponderEliminar