Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

sábado, 15 de septiembre de 2012

No México, tu no sirves para las competencias.



    En un estricto acto de honestidad; no sabía nada sobre las competencias, no sólo no sabía sino peor aún ni siquiera captaban mi atención. Esto debido a la prostitución del término que la clase política mexicana le ha dado; tanto electoralmente como sindicalmente elegidos. Este choque de fuerzas  es el primer punto de partida que me hace pensar: No México, tu no sirves para las competencias.  El segundo punto es la idiosincrasia del pueblo mexicano.
    El desarrollo histórico de la ciencia en ámbitos tan ajenos unos de otros como la teoría de la relatividad general y la psicología, que sin embargo fueron casi contemporáneas, influenciaron las concepciones tanto externas como internas al ser humano, sin embargo es la psicología la que le permitió al hombre cuestionarse las enormes diferencias en los procesos cognitivos y por ende las diferentes maneras de aprender,  este momento caracterizó toda una etapa de la humanidad cuyas diferentes manifestaciones  abarcaron desde el surrealismo (en el arte y la literatura), pasando por la dodecafonía en la música hasta, ¿por qué no?; la pedagogía.  Las teorías pedagógicas caminan de la mano con el desarrollo de la psicología, son por tanto estas teorías pedagógicas de una fiabilidad enorme, sin embargo la misma evolución del conocimiento y su aplicación a la tecnología vio nacer una nueva etapa de la humanidad; la globalización. La globalización tiene sus pros y sus contras, un contra muy significativo es que en el afán de homogeneizar a las sociedades, es al mismo tiempo un combate a la cultura e idiosincrasia característica de cada pueblo, y esta idiosincrasia, la mexicana en particular  me hace pensar que los modelos pedagógicos caminan años por delante del desarrollo orgánico de las sociedades.
    Sabemos que las competencias tienen como objetivo no sólo el memorizar contenidos sino que los contenidos académicos le otorguen al educando una manera de procesar, asimilar, asociar y generalizar la información para, en analogía, ser usada en cualquier ámbito de su vida, este puente escuela-vida  que en teoría es hermoso, es, en un contexto como el mexicano un objetivo un tanto complejo. La globalización modifica estructuras y modelos educativos sin detenerse a analizar las diferencias históricas de cada pueblo y el lastre que esto ha dejado como herencia en cada persona. México una nación multicultural e históricamente rica  se ve forzada a adaptarse al modelo educativo de competencias. Para cumplir el objetivo que las competencias plantean, las personas requieren(entre otras cosas) un grado amplio de autocontrol y manejo de las emociones, es cierto que las emociones son las causantes del desarrollo de la humanidad en todos sus ámbitos, pero de igual modo son causantes de las más grandes catástrofes, México es una nación cuyos individuos en su mayoría viven ajenos al conocimiento científico y apegados herencias dogmáticas, lo cual los hace vulnerables a sus emociones. Las competencias requieren que los individuos reconozcan el refinamiento de los diferentes métodos científicos aplicados al proceso de aprendizaje y que al mismo tiempo reconozcan que esta metodología les es funcional en las decisiones que efectúa día con día. Es por esto que pienso que para que las competencias cuajen en México tendrán que pasar muchos años y varias generaciones en el que la continuidad rompa con los dogmas que nublan la razón e intelecto del pueblo.
    La continuidad es quizás una de los objetivos más complejos para la clase política mexicana, continuidad de proyectos, no de partidos al frente de una nación, los políticos en su lucha por el poder toman conceptos de vanguardia de sociedades avanzadas y sin conocimiento alguno lo agregan a su retórica, este uso de ideas buenas o malas, pero ajenas a su capacidad intelectual hacen que cuando ellos lo tratan de aplicar no sea bueno;  ni el cómo, ni el cuándo, ni el dónde. No sólo eso sino que el uso indiscriminado y convenenciero  de modelos como éste,  hacen que las masas se confundan y juzguen sin control,  como consecuencia tenemos grupos de individuos que ven la solución a todos los problemas del país en las competencias y otro grupo que ve en la competencias, la tragedia nacional. Mundos  de ideas tan contrastantes en un mismo tiempo y espacio me hacen pensar que ni los unos ni los otros tienen razón, simplemente son  las competencias su vía para el empoderamiento, lo que al final de cuentas como incontables veces ha sucedido ocasionará un nuevo cambio de enfoque, de proyecto y de visión, según la persona o partido político en el poder, rompiendo así con la continuidad que requiere cualquier teoría para ser probada y ser dictaminada como buena o mala.
    Así que, cuando el pueblo de México crea más en el conocimiento científico que en su religión, y los políticos crean más en la nación que es sus intereses particulares, es cuando este país tendrá su cambio de paradigma que al final de cuentas es el reto que las competencias le dejan a la humanidad. 

Bibliografía y enlaces de interés:





1 comentario:

  1. Me gustó mucho el enfoque que diste a tu escrito y el estilo crítico con el que abordas el tema. Muy bien!!!

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