- A. La responsabilidad: condiciones y tipos.
- B. ¿Es bueno ser responsable?
- C. ¿Cómo mejorar la responsabilidad?
A. LA RESPONSABILIDAD: CONDICIONES Y TIPOS.
1. ¿Qué es la responsabilidad?
Una persona responsable toma decisiones
conscientemente y acepta las consecuencias de sus actos, dispuesto a rendir
cuenta de ellos. La responsabilidad es la virtud o disposición habitual de
asumir las consecuencias de las propias decisiones, respondiendo de ellas ante
alguien. Responsabilidad es la capacidad de dar respuesta de los propios actos.
2. Condiciones para que exista responsabilidad.
Para que
pueda darse alguna responsabilidad son necesarios dos requisitos:
- libertad.- Para que exista responsabilidad, las acciones han de ser realizadas libremente. En este sentido, ni los animales, ni los locos, ni los niños pequeños son responsables de sus actos pues carecen de uso de razón (y el uso de razón es imprescindible para la libertad).
- ley.- Debe existir una norma desde la que se puedan juzgar los hechos realizados. La responsabilidad implica rendir cuenta de los propios actos ante alguien que ha regulado un comportamiento.
3. ¿Responsabilidad ante quién?
El hombre responde de sus actos ante quien es capaz de dictarle normas, y esto pueden hacerlo Dios (responsabilidad moral), uno mismo (juicio de conciencia) y otros hombres. A su vez, la responsabilidad ante los demás puede ser de varios tipos: responsabilidad jurídica (ante las leyes civiles), familiar-doméstica (ante la familia), laboral, etc.
4. ¿Puede haber exceso de responsabilidad?
Sí. Hay exceso de responsabilidad cuando se piden
cuentas -a sí mismo o a otros- de comportamientos que no estaban regulados o
que no era preciso regular. Suele darse cuando falta amor a la libertad; por
ejemplo, si se pretende regular y controlar todo y al detalle, atenazando diversidad
e iniciativas. Pero es más frecuente la irresponsabilidad.
B. ¿ES
BUENO SER RESPONSABLE?
1. ¿Cómo
disminuye la responsabilidad?
Disminuye la responsabilidad lo que disminuye la
libertad, es decir, lo que entorpece la voluntad y el entendimiento, que son
las facultades necesarias para realizar acciones libres. Por ejemplo, la
violencia, la ignorancia y el miedo.
2. ¿Es
mejor ser poco responsable?
No, no. Es preferible ser hombres libres, dueños de
sus actos, capaces de tomar decisiones y de asumir sus consecuencias. Da gusto
tener en el propio equipo a alguien que cumple los compromisos con
responsabilidad.
3. ¿Por qué suena
mal la responsabilidad?
La palabra responsabilidad trae malos recuerdos a
la imaginación por varios motivos:
- Normalmente sólo se relaciona con errores o castigos, pues cuando la consecuencia de una acción es un premio no suele hablarse de responsabilidad sino de mérito. (En realidad el mérito exige una responsabilidad previa).
- Responder ante otros parece ir contra la propia libertad. (Pero ambas cosas van unidas: sin libertad no hay responsabilidad, sólo quien es dueño de sus actos puede responder de ellos).
- Responder ante uno mismo es contrario a los propios gustos o comodidades. (Pero ser esclavo de los gustos conduce al egoísmo).
- La responsabilidad se ve como opuesta a la diversión. (En realidad sólo se opone al tipo de diversión desenfrenada o sin medida; pues una persona responsable sabe divertirse en los momentos y modos razonables).
4. ¿Qué
excusas hay para evitar responsabilidades?
Como la
responsabilidad suena mal, es frecuente inventarse razonamientos que eviten
rendir cuentas. Podemos agruparlos en tres tipos:
- Para evitar responsabilidades ante los demás, es frecuente echar las culpas a otro, o bien decir "soy libre y hago lo que me da la gana"; queriendo expresar que no rindo cuentas de mi comportamiento ante nadie. (Obviamente la libertad humana no es así).
- Para quitarse responsabilidad ante la propia conciencia, un recurso habitual es evitar reflexionar: aturdir la cabeza hasta que no pueda pensar. Otro sistema es decir "yo paso de todo", o "ningún asunto me importa". (Pero la conciencia intenta protestar ante esta dejadez).
- Y las excusas para evitar responsabilidades ante Dios son abundantes. Desde decir que no existe, hasta afirmar que Dios es tan bueno que todo le parecerá bien. (Pero la verdadera bondad desea el bien verdadero).
C. ¿CÓMO MEJORAR
LA RESPONSABILIDAD?
1. ¿Cómo
ser más responsables?
El camino
más rápido para mejorar en responsabilidad es apreciar claramente que de
nuestro comportamiento dependen cosas grandes. Los hombres con ideales y metas
elevadas se responsabilizan enseguida de sus decisiones.
2. ¿Qué
cualidades ayudan a la responsabilidad?
Hay varias virtudes que se relacionan mutuamente
con la responsabilidad. Digamos tres:
- valentía.- Para dar cuenta de los propios actos hace falta un valor capaz de superar el temor al castigo. (Responsabilidad ante los demás).
- Humildad.- El orgullo dificulta pedir perdón; mientras que la persona humilde reconoce sus fallos. (Responsabilidad ante uno mismo).
- Piedad basada en la filiación divina.- Quien aprecia el gran don de ser hijo de Dios procura que su comportamiento agrade a su Padre. (Responsabilidad ante Dios).
3. ¿La
responsabilidad mejora con la edad?
Con la edad suelen tomarse decisiones más
importantes, y normalmente la responsabilidad aumenta. Pero no mejora por el
simple paso de los años, sino por los hábitos que se adquieren. Puede verse el
tema madurez.
4. ¿Cómo
ejercitar la responsabilidad?
La manera habitual de desarrollar esta virtud es
aceptar responsabilidades por las acciones realizadas:
- Responder de los encargos recibidos. Procurar cumplir los compromisos, las tareas, los deberes. No sólo laborales, también deportivos o familiares. Evitando atribularse con exceso de reglas que pueden conducir a rechazar regulaciones y responsabilidades.
- Reflexionar ante la propia conciencia. Es bueno reconocer errores y culpas. Quien no reconoce culpas puede acabar siendo asesino en serie a quien todo da igual. En este sentido, la responsabilidad mejora con la práctica de la confesión.
- La responsabilidad ante Dios se puede fomentar meditando la pasión, lo mucho que el Señor nos ama, y el cielo que nos espera. El infierno también ayuda a la responsabilidad.
5. ¿Cómo
impulsar a otros en esta cualidad?
Además de recordar lo anterior, hay varios modos de
animar a la práctica de esta virtud:
- Presentar favorablemente las cualidades de una persona responsable, por ejemplo hacer ver que da gusto tener en el propio equipo a alguien que cumple los compromisos.
- Poner encargos y preguntar por su cumplimiento; con el correspondiente aplauso si se realizó bien.
- También ayuda la existencia de premios y castigos según sea el comportamiento. Evitando que todo gire en torno a esto, pues se trata de obrar bien porque eso queremos, no sólo por esperar una gratificación, que no siempre existe.
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