Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

miércoles, 24 de octubre de 2012

ACEITE DE OLIVA




Saludable, cardioprotectora, vitamínica y, sobre todo, de exquisitos sabores y texturas, la cocina del aceite es de las más amplias y sabrosas del mundo.

Una alimentación equilibrada debe contar, por supuesto, con todos los principios inmediatos (proteínas, hidratos de carbono y grasas), cuyos mínimos deben respetarse siempre. De hecho, ante enfermedades metabólicas como la diabetes no deben eliminarse del todo las féculas ni prescindir de las grasas en los casos de aumento de colesterol o de obesidad. Por otra parte, debe saberse que el aceite de oliva es parte importante de todo buen tratamiento alimentario para la obesidad y sus complicaciones así como para evitar el colesterol malo y la prevención de las enfermedades coronarias.

Los efectos Beneficiosos del Aceite de Oliva

El principal ácido graso del aceite de oliva es el ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado. También contiene ácidos grasos saturados (8%-14%), ácidos grasos poliinsaturados (4%-20%) y otros elementos importantes, en especial antioxidantes. 

Los efectos beneficiosos del aceite de oliva se deben pues tanto al alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados como al alto contenido de sustancias antioxidantes. Cuando los ácidos grasos saturados -elevadores del colesterol malo- son sustituidos por los ácidos grasos monoinsaturados contenidos en el aceite de oliva se reducen las concentraciones tanto del colesterol total como del LDL o colesterol malo y ello sin reducir los niveles del HDL o colesterol bueno. 

A lo que, como decimos, hay que añadir el hecho de que el aceite de oliva tiene gran cantidad de vitaminas A, E y polifenoles que, además de su acción antioxidante, poseen efectos benéficos para la piel y las mucosas. Además, gracias a los esteroles que asimismo contiene bloquea la absorción del colesterol "malo" directamente desde el intestino. 


Entre las principales cualidades del Aceite de Oliva Virgen podemos destacar las siguientes :


  • Está comprobado que el Aceite de Oliva Virgen es ideal para las frituras pues resiste las altas temperaturas y así lo podemos utilizar un mayor numero de veces en nuestra cocina.
  • Es auténtico zumo de aceitunas sanas, completamente natural, sin aditivos ni conservantes. No ha sufrido proceso alguno de refinado, sus propiedades beneficiosas para la salud y para la alimentación justifican ampliamente el precio de este producto regalo de la naturaleza.

Aceite de Oliva Virgen: Completamente Diferente



El Aceite de Oliva Virgen es –sin duda- el más natural de todos los aceites; se trata de un producto protector y regulador del equilibrio de nuestra salud. La investigación científica confirma que el aceite de oliva virgen:
  • Reduce el nivel de colesterol.
  • Disminuye el riesgo de infarto
  • Reduce las probabilidades de trombosis arteriales.
  • Disminuye la acidez gástrica.
  • Ofrece una acción eficaz de protección contra úlceras y gastritis.
  • Estimula la secreción de la bilis, y es el mejor absorbido por el intestino.
  • Regula el tránsito intestinal.
  • Beneficia nuestro crecimiento óseo y permite una excelente mineralización del hueso.
  • Es el más conveniente para prevenir los efectos deterioradores de la edad sobre las funciones cerebrales y sobre todo el envejecimiento de los tejidos y de los órganos en general.
Tipos de Aceite de Oliva



El aceite de oliva se obtiene prensando la aceituna madura, como es lógico. Pero no todo el aceite que consumimos proviene del prensado directo de la oliva. 

El primer prensado da lugar a lo que se denomina aceite virgen o extra virgen y presenta una acidez de entre 0.4º y 1º. Tras ese primer prensado en frío, el líquido resultante presenta una mayor acidez y sabores singulares propios de determinados elementos aromáticos presentes en el fruto.


Es entonces cuando se somete a un proceso de refinado con sustancias químicas a fin de disminuir su acidez y neutralizar sabores ajenos. El resultante es un aceite casi transparente, sin apenas sabor y con un grado de acidez muy bajo por lo que para su comercialización se le añade aceite virgen (normal o extra) en una proporción de entre un 10% y un 20%.

Aún después del segundo prensado los restos de huesos y piel que quedan se someten a un tercer prensado y nuevos procesos químicos de refinado: saldrá de ahí el denominado aceite de orujo de oliva que también precisa de un añadido de las mismas proporciones de aceite virgen para su comercialización. El sabor del aceite, por otra parte, no tiene nada que ver con el grado de acidez sino con el momento de la recogida de la aceituna. Al principio de la campaña, cuando el fruto no está del todo maduro, el sabor resulta más fuerte y áspero mientras que la aceituna recogida al final, más madura, proporciona aceites de sabor más suave.

La Gastronomía del Aceite



Por su saludable efecto sobre nuestro organismo y por su valor alimenticio el aceite de oliva ha conseguido un puesto preeminente en la gastronomía. Pero, además, su sabor -único- le hace cabeza de toda una forma de cocinar e, incluso, de entender la vida. Porque el aceite -como el vino- es un elemento vivo que posee mil matices gastronómicos que conviene aprender a apreciar y disfrutar.

En el mapa aceitero español la zona de cultivo del olivo cubre toda Andalucía, Extremadura, La mancha, Aragón, Cataluña y Levante. Y en cada zona existen variedades de aceituna que proporcionan una gama de sabores propios que, bien aprovechados, pueden hacer cambiar la textura y fondo de sabor de cada plato.

Los aceites levantinos son, en general, más suaves que los de la meseta. Las variedades arbequina o la blanqueta -respectivamente, de Lérida y Alicante- proporcionan aceites de aromas frutales, perfectos para aderezar una ensalada suave, lo mismo que la farga valenciana. La hojiblanca de Málaga y Córdoba -más sólida dentro de la misma línea- es perfecta para el gazpacho veraniego. Las aceitunas del interior de Andalucía (gordal, lechín, picual o manzanilla) proporcionan los aceites clásicos de sabor rotundo y pleno. Y las aceitunas manchegas y aragonesas como la cornicabra o la empeltre proporcionan un aceite sabroso, ideal para tomar en crudo a la antigua, simplemente con pan.

Fuentes relacionadas:

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