Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

sábado, 13 de octubre de 2012

El cerebro iracundo




El ser humano no tiene autocontrol. Todos tienen cierto límite de acumulamiento tanto de experiencias como de compuestos neuroquímicos, y en cierto punto de clímax, explota.

Especialistas en aplicación de resonancia magnética funcional (MRI, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Iowa realizaron un estudio del cómo exactamente se ve el cerebro cuando suceden estos episodios:

La corteza cingulada anterior normalmente envía las señales que requieren de autocontrol en determinadas circunstancias. Según sea la influencia del episodio, esta región cerebral eleva o disminuye su actividad.

Pero es la corteza prefrontal dorsolateral la que realmente maneja el autocontrol: es la que disminuye gradualmente la actividad de la corteza cingulada; es cuando las personas se tranquilizan al saber que están exaltadas por la situación.

Para obtener las imágenes dispuestas, el neurocientífico William Hedgcock realizó pruebas de autocontrol en sujetos mientras estaban conectados a una resonancia magnética.

La primer tarea era ignorar palabras proyectadas en una pantalla; en la segunda, los sujetos seleccionaron preferencias basándose en opciones presentadas, configuradas para resaltar la exasperación en los voluntarios.

Fue en la segunda tarea donde las reservas de autocontrol, que se presentaban en la primera prueba, decayeron para que el MRI mostrar la corteza prefrontal dorsolateral bajando su actividad gradualmente.
Hacer una diagrama de esta actividad es un paso adelante para saber qué pasa para causar la exasperación, y tal ves después, saber cuándo pasará.

2 comentarios:

  1. Que interesante saber de donde viene el autocontrol, cuando me enoje pensaré: corteza prefrontal dorsolateral ¡no me falles! Jejeje

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  2. Chin.... mi carácter dice que mi corteza prefrontal dorsolateral no se formo :S o tuvo un accidente!!

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