Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

domingo, 21 de octubre de 2012


Fotosíntesis Humana

El doctor Arturo Solís Herrera, en su intento por descubrir un tratamiento para las distintas causas de la ceguera, encontró accidentalmente (como sucede con los grandes descubrimientos) la forma de generar energía eléctrica con base en una reacción química: la fotosíntesis humana.

Dr. arturo Solís Herrera


De acuerdo con el Dr. Solís, "desde siempre se ha pensado que la melanina solamente servía como una suerte de bloqueador solar celular, que evitaba que los rayos ultravioleta y otras formas de radiación dañaran las células".

Doctorado en farmacología por la Universidad de Guadalajara, Solís decidió investigar a principios de la década de 1990 el rol de la melanina en el organismo, "esta sustancia está presente en todo el organismo, no sólo en la piel, cabello e iris de los ojos, por lo que pensé que debía haber una razón importante para su presencia en el organismo, incluso en los órganos internos del cuerpo".

Así, un buen día del año 2002, llegó a su mente la solución a este enigma: la melanina producía energía para las células del organismo a través de la conversión de la energía luminosa y electromagnética en energía química. Las plantas realizan un proceso similar, por medio de un pigmento llamada clorofila, que convierte el dióxido de carbono y el agua de los vegetales en azúcares y oxígeno.

Según el Dr. Solís, la melanina realiza un proceso similar en las células animales, "con la única diferencia que en lugar de azúcares, la reacción del agua de las células con la melanina, genera hidrógeno, que es absorbido por el organismo".

El postulado del Dr. Solís rompe con los paradigmas tradicionales que indican que animales y humanos obtenemos energía por la descomposición de los alimentos a través del sistema digestivo y llevado por el sistema circulatorio hacia las células.

Siendo un hombre de acción, Solís inició una serie de experimentos para validar su teoría, "comencé dándole melanina a mis pacientes oftalmológicos y mostraban mejorías enormes en condiciones como el glaucoma y la degeneración macular".

Más aún, el médico encontró que la baja concentración de la melanina en el organismo correspondía a la presencia de todo tipo de enfermedades.

Así, comenzó a desarrollar tratamientos a base de compuestos de melanina para mejorar la salud y tratar enfermedades como la psoriasis  y la neumonía. Como respaldo, el Dr. Solís patentó sus tratamientos ante las autoridades de propiedad intelectual mexicanas, rusas y americanas.

Claro que las teorías del Dr. Solís tendrán que recorrer un largo camino para demostrar su efectividad: primero tendrá que demostrar la efectividad de su tratamiento ante las autoridades de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, un proceso que tomará tiempo y requerirá pruebas de laboratorio y químicas para validar su efectividad.

Sin embargo, el médico se muestra optimista, "podremos demostrar que la melanina es en realidad, la sustancia clave en el origen de la vida".
Después de cuatro años de trámites y pruebas, el gobierno de Rusia otorgó al científico mexicano Arturo Solís Herrera la primera patente en todo el mundo que reconoce la existencia de la “fotosíntesis humana”.

Este hallazgo permitió elaborar una especie de pila infinita, que el autor llama Bat-Gen, porque funciona al mismo tiempo como una batería recargable y como un generador continuo de energía.

Pila autorecargable o Bat-Gen


La materia prima de este invento abunda en la naturaleza, pues sus componentes centrales son agua y una molécula que existe en la piel, el cabello y el recubrimiento de la retina humana, pero que se puede producir artificialmente: la melanina o polihidroxiindol.

“Esta sustancia es capaz de romper la molécula del agua (H2O), separando oxígeno e hidrógeno, al mismo tiempo que esa reacción libera energía. Pero lo más revolucionario es que la misma molécula realiza la función inversa, y vuelve a unir el hidrógeno y el oxígeno, para que nuevamente se constituyan como agua, liberando una nueva carga de energía”, indicó el médico, con especialidad en neurooftalmología del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.

El ciclo se puede repetir una cantidad incalculable de ocasiones, armando y desarmando la molécula del agua y liberando energía, sin que haya merma, debido a que la propia melanina ayuda a absorber nuevos fotones que están disponibles en el ambiente en las radiaciones electromagnéticas que normalmente nos rodean en todo el planeta, las cuales provienen del sol y del espacio.

  Bat-Gen funciona al mismo tiempo como una batería recargable y como un generador continuo de energía.


Con estos fotones se nutre el repetido evento iónico o eléctrico que ocurre al armar o desarmar las moléculas de H2O.

Esta es una manera muy esquemática de explicar lo que ocurre en el interior de la Bat-Gen, la cual es capaz de mantener encendida una lámpara de luz por más de 100 años, con la única necesidad de cambiar los focos cuando termina su tiempo de vida.

Como evidencia de esta afirmación, el doctor Solís tiene, en su laboratorio de Aguascalientes, lámparas que llevan cuatro años encendidas.

Lámpara alimentada por Bat-Gen


El hallazgo no es una fantasía ni aparece de la nada. Desde el punto de vista científico forma parte de la corriente de estudios que busca generar energía limpia a través del hidrógeno, que es el átomo más sencillo del universo, formado por un protón y un electrón.

El proceso del doctor Solís, que fue concebido en su laboratorio privado de la ciudad de Aguascalientes, se encuentra en evaluación desde hace cuatro años en las oficinas de patentes de Estados Unidos, la Unión Europea, China e India. En México se solicitó la patente hace cinco años al Instituto Mexicano de Propiedad Industrial y aún no hay respuesta.

Días antes de volar hacia Varsovia para explicar su descubrimiento ante la Academia de Ciencias de Polonia, Solís Herrera detalló que la Federación Rusa le otorgó la patente número 6017379, el pasado 2 de abril de 2010, tras demostrar que la melanina y sus derivados no sólo sirven para dar color a la piel y el cabello.

El hallazgo del proceso que el mexicano Arturo Solís llama “fotosíntesis humana” ocurrió de manera casual.

“El descubrimiento surgió de manera accidental cuando investigaba posibles terapias para las tres causas más comunes de ceguera en México: glaucoma, retinopatía diabética y degeneración macular provocada por la edad”, narra el científico, cuya formación académica es como médico cirujano del IPN, oftalmólogo de la UNAM, maestro en ciencias médicas de la Universidad Autónoma de Aguascalientes y doctor en farmacología de la Universidad de Guadalajara.

“Durante esta investigación detectamos que la melanina poseía propiedades terapéuticas extraordinarias, pero no nos explicábamos cómo podía dar una protección tan constante y tan completa. En 1998 produjimos de manera artificial 20 mililitros de melanina y con ella confirmamos una hipótesis que se había generado poco a poco: que la melanina entregaba hidrógeno a las células de la retina”, indica.

Así se colocó la primera piedra para después probar que dentro del cuerpo humano ocurren procesos bioquímicos y foto-electro-químicos que generan energía. Antes de buscar patentar este hallazgo, Arturo Solís trabajó 12 años observando y entendiendo a la melanina, entre 1990 y 2002.


Para ver la explicación de la fotosíntesis humana por el Dr. Arturo Solís Herrera haz click en el siguiente vínculo:

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