Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

domingo, 21 de octubre de 2012

Gasolina a partir del aire ¿el nuevo combustible verde?

Se remueve el CO2 de la atmósfera y se combina con hidrógeno separado del vapor de agua. Se convierte luego en un combustible que puede introducirse directamente en el tanque de gasolina.
Es como la combustión al revés y, en esencia, es lo que les da energía a las plantas: entran CO2 y agua, salen moléculas de azúcar ricas en energía.
Pero en términos energéticos nada llega gratis. Así como las plantas necesitan de la luz solar para hacer sus maravillas, también Air Fuel Synthesis, la compañía que apareció descrita en el periódico británico The Independent, necesita energía eléctrica para lograr las suyas.
Como con cualquier método nuevo para la producción de combustibles o almacenamiento de energía, lo que importa en últimas son las cifras: la eficiencia es la clave. El nivel al cual esta técnica puede cumplir su promesa de reducir el CO2 y producir una fuente de combustible sostenible depende crucialmente del balance de energía que necesite y de la energía que almacene.
 
¿Puede este método ayudar con las necesidades energéticas del futuro?
 

Experimento de prueba.

Pero primero lo primero: introducir el CO2 en una molécula llena de energía no es una nueva idea.
Por ejemplo, un trabajo realizado en la Universidad de Princeton, en EE.UU., y publicado en 1994, con el objetivo de producir metanol a partir de CO2, fue pulido recientemente y convertido en una compañía llamada Liquid Light, que busca hacer exactamente lo mismo.
En Islandia, la compañía Carbon Recycling International abrió una planta a final de 2011 para recoger CO2 residual de una central eléctrica, con la capacidad para producir cinco millones de litros de metanol al año. Air Fuel Synthesis construyó sobre estos métodos al convertir el metanol en algo más parecido a la gasolina, usando procesos bien arraigados en la industria petrolera.
La compañía, hasta ahora, ha producido cinco litros de su gasolina en un experimento de prueba de dos años en el que invirtieron US$1,6 millones.
"Lo único que estamos tratando de demostrar es que acá en Reino Unido se puede hacer gasolina a partir del aire".
"(Estos procesos) son todos capaces de funcionar a escala industrial, y nosotros lo hemos reducido a una escala de contenedor. Hay mucho trabajo por hacer para desarrollar las cadenas de distribución y para reducir los costos".
"Tenemos un diseño para una unidad (que produzca) una tonelada al día, y esperamos estar produciendo para 2015".

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