Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

viernes, 26 de octubre de 2012

LA INTERCULTURALIDAD EN LA ESCUELA


INTERCULTURALIDAD Y LA EDUCACIÓN
 Actualmente vivimos en una sociedad en la cual los cambios tecnológicos y las formas de experiencia social se modifican día a día. La realidad cambia a una velocidad impensable y como la escuela no es una institución ajena a ella, se modifica también  a pasos agigantados. Son nuevas las problemáticas que hoy por hoy afronta la escuela y un docente debe ser conciente de ellas para poder tratarlas.
Un emergente que no podemos dejar de considerar es el fenómeno migratorio que se ha producido en los últimos años como consecuencia, principalmente, de la pobreza y la globalización del mercado laboral.

La diversidad cultural es un tema complejo que no debe ser simplificado ni generalizado. Saber realmente de qué se trata puede contribuir a actuar responsablemente al respecto y por eso mismo considero importante ahondar en el tema.

           El nuevo modelo de Estado y sus derivaciones políticas de privatizaciones, individualismo y competencia fomenta la construcción de sociedades dualizadas. Reaparece el darwinismo social con su lógica de “sálvese el mejor”: en el mercado hay ganadores y perdedores, son las “capacidades personales naturales” las que aseguran el éxito en la “libre competencia”. Sumado a esto, la presencia más visible de colectivos migrantes está produciendo un aumento de la xenofobia, la alterofobia y la discriminación.
            Aunque hay quienes puedan afirmar que la escuela no reproduce de forma mecánica los procesos de discriminación  y desigualdad, es indiscutible que ésta sí enmascara y neutraliza estos mismos procesos en la conformación de una normalidad integradora.
            Con esto me refiero a lo ya dicho anteriormente en cuanto a que “la manera en que la escuela procesó la diversidad que recibía en sus docentes y en sus alumnos fue, salvo algunas excepciones, homogeneizarla y uniformizarla.”
Creo necesario ampliar este concepto: la  inclusión en una identidad determinada implica la construcción de un “yo” que se identifica con un “nosotros”, que necesariamente  se contrasta con algún “otro”. Si el otro aparece como algo muy remoto, se lo considera benigno; en el polo opuesto, el otro puede ser muy cercano y relacionado con nosotros mismos. Pero entre estos dos polos se encuentra otra categoría, es aquel otro que estando próximo es incierto, generando un nuevo sentimiento de amenaza, de inseguridad, ansiedad y miedo.
 Al construirse la relación nosotros-otros como una relación entre opuestos irreconciliables, se está negando que “otros somos todos”. Es imposible la existencia de un nosotros sin la presencia de “otros” que interpelen nuestra propia alteridad. El problema estriba en que mientras esos “otros” sigan siendo producidos como una amenaza que atenta contra el orden de las instituciones, como los culpables de las situaciones de crisis, de la violencia, del desempleo, estamos negando y ocultando la responsabilidad del estado, de las instituciones y de nosotros mismos en este proceso.
            Es esencial no perder de vista además que, en la relación nosotros-otros, la construcción de la alterización se realiza a través de procesos históricos, dinámicos y complejos que se apoyan por un lado, en la elaboración de marcos teóricos conceptuales y por otro, en la carga de significados, interpretaciones y significaciones que los actores sociales le atribuyen a esas diferencias.
            Precisamente el auge de la teoría del “relativismo cultural y del “respeto por las culturas”, produjo que los docentes tejan toda una serie de hipótesis acerca del comportamiento de los “otros”, tratando de explicar sus costumbres como “propios” de la cultura. En este sentido, la diferencia es construida desde un concepto de cultura esencialista, estática y homogeneizante, que no percibe las contradicciones al interior de los grupos culturales, transformándolos por tanto en ahistóricos. 
Pero por otra parte, también se construyen sobre los niños migrantes y sus familias, una serie de atributos muy cercanos a la alterofobia y la raciación.
No obstante ser migrante es difícil y a menudo  también doloroso. La normativa existente trae aparejado que los inmigrantes no sean “ilegales” por el ingreso sino por la permanencia; no por decisión, sino por la imposibilidad de cumplir con una normativa que pareciera estar diseñada específicamente que pareciera estar diseñada específicamente para convertirlos en un grupo poblacional vulnerables por su condición “ilegalidad” y porque esa condición puede ser castigada administrativamente. A esto debe sumársele la discriminación y el desempleo que deben enfrentar al llegar al país.
Ser niño tampoco es sencillo, y la combinación de ambas condiciones genera una situación que merece ser tomada en cuenta. Me limitaré, en este caso, a comentar que ocurre con los niños migrantes bolivianos. A las representaciones sociales sobre la comunidad boliviana en general se suman las representaciones sobre los niños de familia boliviana, y sus características particulares en tanto sujetos de aprendizaje.
Los niños de la comunidad boliviana experimentan dificultades en el proceso de aprendizaje: poseen dificultad en la comunicación oral y escrita, son introvertidos y “lentos” para trabajar.
Sin embargo si analizamos este tema en mayor profundidad, descubrimos que son realmente talentosos en las materias relacionadas con el arte, que son capaces de desarrollar los saberes escolares cuando no están siendo observados por los docentes y que (reo que esto es lo más importante) los alumnos se vuelven más introvertidos  y se incrementan sus dificultades en el aprendizaje a partir de cuarto grado. Una posible explicación podría estar relacionada con que los alumnos habrían introyectado las representaciones docentes apropiándose de las mismas tomando conciencia y vergüenza de su propia cultura.
“El desconocimiento del “otro”, del “diferente”, a menudo refleja estereotipos ubicando al “otro” en un lugar de inferioridad. De esta manera, por ejemplo, la lentitud es considerada falta de inteligencia y el silencio o respeto por el mayor adquiere el significado de introversión o timidez ”(Feldsberg, 1997, pág. 10). De este modo, podemos afirmar que el fracaso escolar de los niños de la comunidad boliviana es una construcción social.

·         1. La escuela ante la diversidad cultural y social de los estudiantes
·         2. Sin importar si la escuela es pública, privada, indígena, semiurbana o urbana existen diferencias culturales y sociales entre la comunidad estudiantil. La interculturalidad y la marcada diferencia de clases constituyen un grupo homogeneo o heterogeneo condicionado por factores tales como la edad, género, creencias, ideologías, nivel socioeconómico, educativo, etc.
·         3. Grupo homogéneo Es aquél que se forma por elementos que comparten características comunes. La ventaja es que este tipo de grupo tiende a relacionarse de una manera más rápida, debiado a que sus integrantes presentan valores e intereses qu comparten un mismo fin. Un ejemplo es la edad, tienen las mismas inquietudes.
 4. Grupo heterogéneo Es aquél que se forma por elementos diversos como son las creencias, ideologías, nivel económico y social de cada alumno, etc. Es un grupo con gran potencial, debido a la pluralidad de experiencias que los miembros poseen y pueden aportar al momento de convivir en el aula. También representa un reto debido a la competitividad en la que se vive.















PERFIL DE UNA ESCUELA NUEVA

Creo que el rol del docente se trata, en primer lugar, de tomar conciencia de esta realidad para no caer en concepciones ingenuas y para que sus actos se correspondan con una concepción formada y crítica de la situación.
La conciencia de que la superioridad y la discriminación son construcciones sociales y por tanto artificiales, permite obrar al respecto sin prejuzgar o subestimar a los alumnos y construyendo, principalmente a través del ejemplo, una concepción real de la diversidad.
 Hay una realidad que debemos afrontar y es que los alumnos que provienen de hogares de clases socioeconómicas beneficiadas, reciben en la escuela la misma cultura que les han transmitido sus padres, mientras que quienes vienen de hogares “pobres” o de culturas alternativas sufren una imposición cultural arbitraria. La escuela debería adaptarse al alumno y no al revés, aceptando la diversidad y construyendo a partir de ella. Entendiendo que las diferencias pueden ser fuente de riqueza, conocimiento y recurso en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

1 comentario:

  1. El intercamibo de culturas es muy importante a nivel educativo, ya que de esta manera fomentamos a aprender mas sobre la diversidad de culturas y lenguas que existe en nuestro país, y en los países extranjeros, creo que la escuela donde estoy habremos muchos de diversos lugares de la república y a mi en lo personal me gusta saber mas sobre las costumbres y tradiciones, así como el dialecto de aquellos a quienes conozco que no son de mi región. Es interesante saber mas sobre mis compañeros y su cultura.

    ResponderEliminar