¿QUÉ ES UNA SITUACIÓN DE APRENDIZAJE?
Una situación de aprendizaje debe entenderse
como el diseño didáctico intencional que logre involucrar al estudiante en la
construcción de conocimiento. No toda actividad representa en sí una situación
de aprendizaje; lo será sólo en la medida que permita al estudiante encarar un
desafío con sus propios medios. El desafío habrá de ser para el alumno una
actividad que le permita movilizar sus conocimientos de base, previamente
adquiridos, así como la construcción de un discurso para el intercambio que
favorezca la acción. El reto entonces, del diseño didáctico, consiste en lograr
que el estudiante enfrente el problema o el desafío y pueda producir una
solución, en la que confíe, pero -y esto es lo fino del diseño– que su solución
sea errónea. Sólo en ese momento, el alumno estará en condiciones de aprender.
Es ante un fracaso controlado, que el alumno
se plantea las preguntas: ¿por qué?, ¿qué falló? Esto significa que el diseño
conducido por el docente debe permitir al estudiante un proceso de “recorrido a
la inversa”, un proceso de reflexión sobre sus propias producciones.
El pensamiento humano opera de este modo
cuando el estudiante aprende.
PENSAMIENTO MATEMÁTICO
Usaremos el término pensamiento matemático
para referirnos a las formas en que piensan las personas las matemáticas, nos
enfoquemos propiamente en el sentido de la actividad matemática como una forma
especial de actividad humana, dentro y fuera del aula, esto es lo que propicia
el desarrollo de competencias. De modo que debemos interesarnos por entender
las razones, los procedimientos, las explicaciones, las escrituras o las
formulaciones verbales que el alumno construye para responder a una tarea
matemática, del mismo modo que nos ocupamos por descifrar los mecanismos
mediante los cuales la cultura y el medio contribuyen en la formación del
pensamiento matemático.
Por ejemplo, ante la pregunta del maestro de
cuánto es 11 por 11 un alumno da una respuesta menor que 110. Otro alumno dice:
“Esa respuesta no puede ser correcta, pues 11 por 10 es 110 y él ha obtenido
algo menor que 110”. Este argumento exhibe el uso del teorema si c > 0 y a
< b, entonces ac < bc. En este momento el saber opera al nivel de
herramienta, pues no se ha constituido como un resultado general aceptado
socialmente entre los estudiantes en su clase. En otro momento lograrán
escribir y organizar sus hallazgos y en esa medida reconocer resultados a un
nivel más general. En este sentido, la evolución de lo oral a lo escrito es un
medio para la construcción del significado y para el aprendizaje matemático.
Esto presupone que la intervención del
profesor, desde el diseño y la planeación, hasta el momento en que se lleva a
cabo la experiencia de aula, se presente para potenciar los aprendizajes que lograrán
las y los estudiantes, es decir, para tener control de la actividad didáctica y
del conocimiento que se construye (Alanís et al; 2008).
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