Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

viernes, 19 de octubre de 2012

RELACIONES INTERPERSONALES ENTRE DOCENTES


 LAS RELACIONES INTERPERSONALES EN LA ESCUELA SECUNDARIA
(profesor-profesor, profesor-director y viceversa)

                                              
EL PROFESOR Y SU SALUD

Uno de los males que aquejan a los docentes en actividad es el síndrome de burn out (del quemado). Si analizamos los términos encontramos por un lado, síndrome que hace alusión a un conjunto de signos y síntomas que aparecen en forma de cuadro clínico. A su vez, burn out está producido por un estado de agotamiento físico, mental y emocional, provocado por la implicación en situaciones emocionales que afectan negativamente el rendimiento del trabajador docente.



Una de las fuentes amenazadoras y productoras de malestar y sufrimiento es la relación con los otros seres humanos. Según Freud, esta es la más dolorosa ya que surge de las mismas instituciones que el hombre crea para su protección; en este caso, la escuela.

Mucho se habla de violencia escolar, entre los alumnos, pero ¿quién habla sobre la violencia simbólica que atraviesa todas las relaciones en la escuela? Sobre todo de las relaciones entre profesores entre sí y entre profesores y directivos.

La violencia es una forma de ejercicio del poder (mal entendido) mediante el empleo de la fuerza ya sea física como psicológica y va desde el grito, la mirada, el acoso, el hostigamiento, la invisibilidad, sutiles presiones, ridiculizaciones, amenazas veladas y, en definitiva, la negación de los derechos de las personas. Hay violencia cuando se acaban las palabras, el poder se maneja arbitrariamente, negándose todo cuestionamiento desde la ignorancia o la mala fe.

Se pueden dar numerosos ejemplos: cuando no se le permite hablar a un colega en una reunión de docentes, cuando un docente cree que su directivo no lo apoya cuando disiente con él, cuando justamente se construye desde las diferencias. 

No permitirle al otro expresar su queja, sus sueños, generan malestar: una gran violencia. Todo lo contrario, si se le permite expresar se disminuye la posibilidad de enfermarse física y psíquicamente. El cuerpo, que parece una máquina perfecta, no llega muy lejos sin el combustible de los sueños. ¿Acaso el directivo se preguntó alguna vez cuáles son los sueños y expectativas de un profesor cuando llega por primera vez a la institución?

¿Qué modelo ofrece un directivo, un profesor, cuando ejerce violencia?, ¿se puede hablar de modelo cuando impera la discriminación, la soberbia, la insolencia y falta de respeto?, ¿qué proyecto es posible cuando no se favorece el encuentro entre personas? Se dice una cosa, pero se hace otra, no hay coherencia entre el decir y el hacer, cuando por ejemplo en los papeles están impresas las frases: “Escuela democrática”, “Se trabajarán los valores”. ¿Qué valores? “solidaridad”. ¿Qué se entiende por solidaridad? ¿Y cuándo se habla mal de un compañero en sala de profesores en ausencia de éste?
Hay asombro cuando por televisión se transmiten peleas entre alumnos ante la mirada atónita de los demás sin hacer nada, sin inmutarse. Los adultos, también hacen lo mismo, “el no te metas”, observan, miran.
¿Cuántos profesores dan la cara por un compañero si se enteran y ven que hay violencia hacia un colega? Si los hay, son realmente pocos.
Cuando se ejerce presión o persecución laboral hacia un docente, éste termina renunciando a las horas, pidiendo concentración en otras escuelas, o enfermándose. Las tan vapuleadas carpetas médicas dan cuenta de ello, es que cuando no se está contenido en una red afectiva, más efectos nefastos acarrea.
Cuando el profesor cambia de escuela se suele escuchar: “mirá la disciplina de los alumnos en esta escuela no es buena, pero por lo menos el director me deja trabajar tranquilo/a”. Cuando no logra cambiar de escuela, las faltas son reiteradas, llegándose a decir: “cada vez que tengo que ir a la escuela, voy con un nudo en el estómago”, “a ese director conviene hablarle poco, no sabés con qué te puede salir, cómo te puede contestar”,”si tan sólo pudiera tomar licencia sin goce de haberes”.
En un clima de inseguridad, desde el malestar, no se puede educar.
TODO DIRECTIVO DEBERÍA SABER…
Para que un profesor no llegue a enfermarse, los vínculos sociales deberían estar sostenidos por la palabra, el poder, el conocimiento. Estos vínculos serán saludables si ellos se distribuyen equitativamente y aprenden a usarlos de manera equitativa. Un director debería saber que no todos los profesores que tiene a su cargo son iguales. Que cada uno tiene su historia personal al igual que los alumnos, que son SERES HUMANOS
Que cada docente, le guste o no forma parte de la COMUNIDAD EDUCATIVA. Tener en cuenta al docente tal cual es y no, según sus necesidades e intereses.

Permitirle al otro que se expresa, reconociendo la escuela como un lugar de encuentros, saber distribuir la palabra es reconocer en el otro la capacidad de pensar y de hacerlo de un modo diferente”
Saber que debería ser como un director de orquesta, hacer música con todos los docentes. Y, si un profesor se equivoca, acompañarlo en la aceptación del error y el replanteo de sus deseos.
Cuando un profesor es escuchado se siente: valorado, cuidado, agradecido, apoyado, menos solo, apreciado, importante, comprendido, aliviado… Cuando no es escuchado se siente: aislado, humillado, enojado, inseguro, solo, que no se cuenta con él, impotente, frustrado…
Algunos escritores sostienen que se puede escuchar sin comprender. Hay cosas que no se pueden comprender pero sí escuchar y respetar a la persona. Reconocer que paz no es ausencia de conflictos, sino el resultado de haberlos sabido resolver”. Por último, no olvidar que el gran objetivo de la institución es el de la vida,  saber ver el sentido profundo de la vida.
Para ir finalizando…
¿Cómo hacer para no enfermarse?, ¿cómo prevenir?, ¿cómo salir del burn out?
. Reconocer que los acontecimientos muchas veces se dieron como uno hubiese querido que se dieran.
No significa que uno esté de acuerdo, simplemente reconocer qué pasó, dejando de lado pensamientos negativos que enferman más el cuerpo y el alma. En algunos casos que llegan a ser crónicos, se llega a solicitar cambio de ámbito laboral.

. Trabajar honestamente por nosotros mismos, en defensa de nuestra salud mental y de nuestra realización personal y profesional.
. Reflexionar sobre nuestras propias prácticas. Buscar espacios de reflexión grupal e individual.
. No potenciar el silencio, dar la palabra, expresar la queja, rechazando climas institucionales agobiantes.
. Resolver los conflictos por la vía del amor y la inteligencia. Saber que es difícil que las personas cambien, pero sí pueden mejorar.
. Tener muy presente que los jóvenes que se preparan para ser adultos miran para ver cómo construyen profesores y directivos los vínculos, cómo lo están haciendo (el mensaje que transmiten). Convivencia significa “vivir con”.

Los verdaderos modelos de vida, son aquellos que dan lo mejor de sí, que responden a las exigencias que, por respetarse a sí mismos, respetan a los demás, construyendo desde el descenso, ejercitando la tolerancia. Verán siempre lo mejor en el prójimo, que, para que sean considerados personas, hay que contribuir al desarrollo de sus potencialidades. Negar que se aprenda mejor desde la cara del amor, sería deshumanizar la educación. En la vida, todos estamos aprendiendo, aprende el docente de sus alumnos, aprende el directivo de sus docentes.


La situación de crisis en la que estamos inmersos debe ser un estímulo para crear y no para sucumbir. La escuela es un tren que debe marchar; que se deslice feliz y lleve las maletas con actitudes positivas, optimistas. Y debe saber detener la marcha, saber qué clase de pasajeros somos con nosotros mismos y con los demás.

La vida no es sólo sobrevivir. La idea es superarnos, nutrirnos de alegría y amor, luchar por la paz y el bien.


1 comentario:

  1. Es muy importante que dentro del centro de trabajo, las relaciones humanas o interpersonales se fomenten con valores y respeto, ya que la escuela es nuestro segundo hogar, debemos dejar a un lado las envidias y criticas a nuestros compañeros, debemos respetarnos unos a otros y apoyarnos en el concepto enseñanza- aprendizaje, ya que de esta manera mejoraríamos no solo nuestra calidad de vida , sino también el entorno donde se desarrollan muchos niños, brindándoles un buen ejemplo de respeto.

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