Revolucionario
iberoamericano (Rosario, Argentina, 1928 - Higueras, Bolivia, 1967). Ernesto Che Guevara nació en una familia acomodada
de Argentina, en donde estudió Medicina. Su militancia izquierdista le llevó a
participar en la oposición contra Perón; desde 1953 viajó por Perú, Ecuador,
Venezuela y Guatemala, descubriendo la miseria dominante entre las masas de
Iberoamérica y la omnipresencia del imperialismo norteamericano en la región, y
participando en múltiples movimientos contestatarios, experiencias que le
inclinaron definitivamente a la ideología marxista.
En
1955 Ernesto Che Guevara conoció en México a Fidel
Castro y a su hermano Raúl, que preparaban una expedición revolucionaria a
Cuba. Guevara trabó amistad con los Castro, se unió al grupo como médico y
desembarcó con ellos en Cuba en 1956. Instalada la guerrilla en Sierra Maestra,
Guevara se convirtió en lugarteniente de Castro y mandó una de las dos columnas
que salieron de las montañas orientales hacia el Oeste para conquistar la isla.
Participó en la decisiva batalla por la toma de Santa Clara (1958) y finalmente
entró en La Habana en 1959, poniendo fin a la dictadura de Batista.
Ernesto Che Guevara
El
nuevo régimen revolucionario concedió a Guevara la nacionalidad cubana y le
nombró jefe de la Milicia y director del Instituto de Reforma Agraria (1959),
luego presidente del Banco Nacional y ministro de Economía (1960) y,
finalmente, ministro de Industria (1961). Buscando un camino para la
independencia real de Cuba, se esforzó por la industrialización del país,
ligándolo a la ayuda de la Unión Soviética, una vez fracasado el intento de
invasión de la isla por Estados Unidos y clarificado el carácter socialista de
la revolución cubana (1961). En aquellos años, Guevara representó a Cuba en
varios foros internacionales, en los que denunció frontalmente el imperialismo
norteamericano.
Su
inquietud de revolucionario profesional, sin embargo, le hizo abandonar Cuba en
secreto en 1965 y marchar al Congo, donde luchó en apoyo del movimiento
revolucionario en marcha, convencido de que sólo la acción insurreccional
armada era eficaz contra el imperialismo. Relevado ya de sus cargos en el
Estado cubano, el Che Guevara volvió a Iberoamérica en 1966
para lanzar una revolución que esperaba fuera de ámbito continental: valorando
la posición estratégica de Bolivia, eligió aquel país como centro de
operaciones para instalar una guerrilla que pudiera irradiar su influencia
hacia Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay.
El Che, mito
revolucionario
Al
frente de un pequeño grupo intentó poner en práctica su teoría, según la cual
no era necesario esperar a que las condiciones sociales produjeran una
insurrección popular, sino que podía ser la propia acción armada la que creara
las condiciones para que se desencadenara un movimiento revolucionario(Guerra
de guerrillas, 1960; Recuerdos de la guerra
revolucionaria, 1963).
Sin
embargo, su acción no prendió en las masas bolivianas; por el contrario,
aislado en una región selvática en donde padeció la agudización de su dolencia
asmática, fue delatado por campesinos locales y cayó en una emboscada del
ejército boliviano en la región de Valle Grande, donde fue herido y apresado.
Dado que
el Che se había convertido en un símbolo
para los jóvenes de todo el mundo, los militares bolivianos, aconsejados por la
CIA, quisieron destruir el mito revolucionario, asesinándole para después
exponer su cadáver, fotografiarse con él y enterrarlo en secreto. Se salvó, sin
embargo, su Diario de campaña, publicado en 1967.
En
1997 los restos del Che Guevara fueron localizados, exhumados
y trasladados a Cuba, donde fueron enterrados con todos los honores por el
régimen de Fidel Castro.
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