Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

lunes, 22 de octubre de 2012

Influencia de las feromonas en el órgano vomeronasal


Feromonas 

Las feromonas son sustancias químicas que miembros de una misma especie usan para comunicarse. Estas sustancias tienen la particularidad de inducir cambios en el comportamiento de los individuos que tienen contacto con ellas.


Las feromonas afectan directamente la conducta del ser humano al ser transmitida al cerebro por medio del órgano vomeronasal.

   La primer feromona que fue identificada (en 1956), era un poderoso atrayente sexual para las mariposas del gusano de seda. Un equipo de investigadores alemanes trabajó 20 años para aislarla. Después de extirpar ciertas glándulas de la punta del abdomen de 500.000 mariposas hembras, extrajeron un compuesto curioso. Una cantidad más que diminuta de este compuesto, hacía que las mariposas macho golpearan las alas locamente, en una "danza agitada". Este signo claro de que el macho había sentido al atrayente, le permitió a los científicos purificar la feromona. Paso a paso, removieron las sustancias extrañas y redujeron dramáticamente la cantidad de atrayente necesario para provocar la danza agitada.
Cuando, por fin, obtuvieron una feromona químicamente pura, la denominaron "bombykol", por la mariposa del gusano de seda, "Bombyx mori ", de la cual fue extraída. Esta feromona decía, "¡ven a mí!", desde distancias enormes. "Se ha calculado que si una sola mariposa hembra liberara de repente todo el bombykol de su saco, en una sola rociada, teóricamente podría atraer a un trillón de machos en un instante", escribió Lewis Thomas, en "Las vidas de una célula".




   A tratar con mamíferos, sin embargo, los científicos se enfrentaron con un problema totalmente diferente. Comparados con los insectos, cuya conducta es estereotipada y sumamente previsible, los mamíferos son criaturas independientes, ingobernables y complejas. Su conducta varía mucho y su significado no siempre es claro.

   En general, las feromonas son captadas a través del órgano vomeronasal que como su nombre indica se encuentra en la nariz. Este órgano traduce el mensaje de las feromonas de manera directa por lo que un individuo no se necesita aprender ni recordar lo que significa las feromonas, sencillamente lo sabe. Un miembro de la especie, el emisor, segrega las feromonas y cuando otro miembro de la misma especie, el receptor, las huele se producen cambios determinados en el comportamiento de este segundo miembro. Las neuronas sensoras dentro del órgano detectan distintos compuestos químicos, habitualmente grandes moléculas.



   Algunos científicos creen que en los humanos el órgano vomeronasal no es funcional como en el caso de otros animales, incluyendo cetáceos, algunos murcielagos y simios. Estos científicos creen también que en humanos adultos no existe conexión entre el órgano y el cerebro. Sin embargo, existen evidencias en las que se sugiere que el órgano vomeronasal no se atrofia y permanece funcional durante la vida de una persona. Por tanto, su función en estos animales y humanos, si es real, es todavía un misterio.
Vista exterior de un órgano vomeronasal humano.


Dependiendo de los efectos que causan, las feromonas se pueden dividir en dos categorías diferentes:
  1. Liberadoras o disparadoras;
  2. Imprimadoras o detonadoras.
Las primeras que llamaremos "Liberadoras o Disparadoras" tienden a tener un efecto inmediato en el receptor. Producen un cambio fisiológico como puede ser la liberación de alguna hormona. Un claro ejemplo de esto son las feromonas de origen sexual. Afectan al comportamiento sexual y atraen al sexo opuesto.

   Otro tipo de feromonas que llamaremos "Imprimadoras o Detonadoras" son las que producen un cambio en el estado emocional de un individuo. Este tipo de feromonas están siendo usadas cada vez más en terapias para potenciar cambios de comportamientos.

   Los perros también se comunican por feromonas, las pueden emitir por su orina o heces, pero también utilizando las glándulas que tienen cerca del ano y esparciéndolas por el aíre con el revoloteo de su cola. La información liberada por esta hormona es variada, porque permite determinar el miedo o valentía, la jerarquía social, la fertilidad, sexo y la edad del animal que la secreta. Las sociedades caninas respetan y se rigen según esos olores.



    Con las feromonas emitidas en la orina  marcan sus límites de territorios, reconocen a los vecinos más próximos y  también detectan a los intrusos que penetran en su territorio. Las hembras con el movimiento de su cola indican la intención de apareamiento y a la  vez emanan cantidades de feromonas a los machos, que son esparcidas por el movimiento. Cuando se coloca el  rabo entre sus patas, predecimos que es por miedo aunque también está relacionado con las feromonas, con esa actitud los machos resguardan sus testículos y además evitan que las feromonas se liberen para no ser detectados, reduciendo  la situación de peligro.  En el mundo de la caza este tema no es desconocido, frecuentemente se les corta la cola a los perros cazadores, pero esto no se realiza por estética del animal, sino para erradicar la comunicación de las feromonas entre los perros durante la cacería y así se evita que desobedezcan las órdenes de sus amos. El hombre emite feromonas que son captables por los perros.

perro poniendo atencion a su sentido olfativo y analizando el ambiente.

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