Pensar es bueno... pero no mucho.
La clásica frase de “los ignorantes son más
felices” es bastante despectiva y simplona, pero en realidad tiene algo de
certero. Las personas que más se cuestionan sobre sus decisiones y sus vidas en
general tienden a generar mayor cantidad de conflictos en su psique, y ello no
es nada positivo en lo que a salud mental refiere.
De hecho, la ciencia respalda esta concepción;
al menos así lo hace la investigación realizada por un equipo de investigadores
del University College de Londres liderados por Stephen Fleming, quienes
publican en Science una
investigación en la que se confirma que las personas que se lo cuestionan todo
suelen tener peor memoria y además suelen ser depresivos.
Los
autores del estudio ponen un ejemplo claro. Piensa que estás en un programa de
preguntas y respuestas por un millón de dólares. Te hacen una pregunta y no
sabes la respuesta. En lugar de pensar la respuesta quemando neuronas, podrías
utilizar esa energía en llamar a un amigo o preguntarle a la audiencia.
Los investigadores llevaron a cabo un
experimento en el que les pidieron a un grupo de voluntarios que tomaran
decisiones difíciles. Luego midieron el tamaño
de sus cerebros para
comprobar si existía una relación entre ello y el grado de responsabilidad que
tomaban los voluntarios a la hora de tomar decisiones.
El equipo comprobó que aquellos que se
mostraban más certeros con su respuesta tenían una mayor cantidad de células cerebrales
en la mayor parte frontal del cerebro. Esta área del cerebro está asociada a
muchos problemas mentales como el autismo.
Una de las conclusiones del estudio es que
pensar demasiado las cosas puede aumentar el riesgo de depresión, y que además empeora
la memoria, por lo que tal vez
tomarte la responsabilidad de tomar decisiones de forma más light sea la mejor
solución para tu salud mental.
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