Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

miércoles, 24 de octubre de 2012



Pensar es bueno... pero no mucho.


La clásica frase de “los ignorantes son más felices” es bastante despectiva y simplona, pero en realidad tiene algo de certero. Las personas que más se cuestionan sobre sus decisiones y sus vidas en general tienden a generar mayor cantidad de conflictos en su psique, y ello no es nada positivo en lo que a salud mental refiere.
De hecho, la ciencia respalda esta concepción; al menos así lo hace la investigación realizada por un equipo de investigadores del University College de Londres liderados por Stephen Fleming, quienes publican en Science una investigación en la que se confirma que las personas que se lo cuestionan todo suelen tener peor memoria y además suelen ser depresivos.
Los autores del estudio ponen un ejemplo claro. Piensa que estás en un programa de preguntas y respuestas por un millón de dólares. Te hacen una pregunta y no sabes la respuesta. En lugar de pensar la respuesta quemando neuronas, podrías utilizar esa energía en llamar a un amigo o preguntarle a la audiencia.
Los investigadores llevaron a cabo un experimento en el que les pidieron a un grupo de voluntarios que tomaran decisiones difíciles. Luego midieron el tamaño de sus cerebros para comprobar si existía una relación entre ello y el grado de responsabilidad que tomaban los voluntarios a la hora de tomar decisiones.
El equipo comprobó que aquellos que se mostraban más certeros con su respuesta tenían una mayor cantidad de células cerebrales en la mayor parte frontal del cerebro. Esta área del cerebro está asociada a muchos problemas mentales como el autismo.
Una de las conclusiones del estudio es que pensar demasiado las cosas puede aumentar el riesgo de depresión, y que además empeora la memoria, por lo que tal vez tomarte la responsabilidad de tomar decisiones de forma más light sea la mejor solución para tu salud mental.




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