Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

domingo, 24 de febrero de 2013

Alvéolos


Los alvéolos pulmonares son los encargados del intercambio de gases entre el aire y la sangre. Las paredes de los alvéolos pulmonares son muy delgadas y están rodeadas por una red de capilares sanguíneos.
En los alvéolos pulmonares se realiza el intercambio de gases (O2 y CO2) entre el aire que hay en el interior de los alvéolos y la sangre que circula por los capilares sanguíneos. El intercambio de gases ocurre mediante un proceso físico llamado difusión, que consiste en que las moléculas se desplazan desde donde hay más concentración a donde hay menos.
Los alvéolos pulmonares son pequeños sacos de aire. Cuando el aire penetra en los pulmones y llega a los alvéolos pulmonares, el oxígeno atraviesa sus delgadas paredes y pasa a los capilares sanguíneos, también se produce el intercambio de CO2 que es expulsado con el aire. 


Los alvéolos pulmonares derivan de la hoja embrionaria interna, el endodermo, regulado cerebralmente por el tronco cerebral. Esta capa regula siempre las actividades metabólicas asociadas con el bocado.

Emoción esencial: relacionada con su función fisiológica. En este caso el nutriente representa el bocado esencial para la vida. Sin aire podemos sobrevivir pocos minutos (dependiendo el organismo), el record mundial está en 17 minutos y cuatro segundos, algo imposible para el resto. La emoción esencial asociada al área cerebral que activa este tejido es una emoción profunda y visceral de que nos falta el nutriente esencial para la vida, traducido en términos más psicológicos representa un miedo inminente a morir.
En fase activa de estrés con esta emoción esencial activa los tejidos endodérmicos regulados por el tronco cerebral aumentan su función, si nos encontramos en una situación de alarma el estrés aumenta y este tejido inicia una proliferación celular de urgencia, para aumentar la absorción y el intercambio de gases.
Ejemplos:
La persona tiene la sensación inminente que va a morir, la ciudad está siendo bombardeada y cree que el puede ser el siguiente en morir.
La persona vive de manera trasladada el miedo inminente a morir hacia otra persona: un adolescente sensible siente con miedo que su tío pueda morir, lleva ingresado en un hospital dos meses.
Una persona después de un diagnóstico grave consulta en Internet
 las estadísticas de supervivencia, estas son desalentadoras y siente que en breve morirá, que en breve se le acabará el aire.
Esto solo son casos hipotéticos, una situación igual o similar no tiene por qué activar una situación de alarma. Solo hay que tener en cuenta como lo vive la persona, cuanto le dura esta emoción y con qué intensidad.
Como en todo tejido del endodermo en fase de solución puede reducir el exceso de células mediante una necrosis gaseosa o si esto no es posible el organismo encapsula las células ya no útiles.



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