Labrando la madera. La
naturaleza ha sido bondadosa y ha dotado a esta parte del país con un sin
número de recursos naturales. Uno de los más importantes es sin duda su
variada riqueza forestal. Muestra de ello son los bosques de oyameles en el
noroeste de la entidad que año con año anidan a cientos de miles de mariposas
monarca.
Es con los árboles que se les permite
cortar, que los habitantes de Quiroga y Cuanajo crean bellos alhajeros o las máscaras
utilizadas en la “Danza de los Viejitos”, elaboradas con maderas suaves. De
igual manera, conservan viva la tradicional juguetería popular, con la que
muchos de nosotros nos hemos divertido cuando pequeños: baleros, yoyos y
trompos. Creación del labrado y talla profunda de la madera, columnas y
retablos tienen su origen en las creativas manos de múltiples artesanos,
especialmente los de Patamban y Ahuirán, entre otras poblaciones.
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