“30 minutos al día, 6 veces a la semana…“. Cualquier tipo de ejercicio puede producir inflamación, pero una cantidad adecuada de ejercicio junto a una buena alimentación (Ej. Dieta La Zona) y altas dosis de aceite de pescado (omega-3) puede inducir una extraordinaria respuesta anti-inflamatoria que no sólo puede reparar los daños provocados a tu tejido muscular, sino también hace que el músculo se fortalezca en el proceso.
El ejercicio puede ayudar a evitar el envejecimiento al reducir la inflamación silenciosa. Esto lo hace mediante una reducción de la resistencia a la insulina, que a su vez ayuda a reducir la grasa visceral, el tipo de grasa más peligroso que se acumula en los órganos vitales del abdomen. Esta grasa es la que dispara la producción de citoquinas pro-inflamatorias, como la interleucina-6 (IL-6), la cual viaja hasta el hígado produciendo un aumento de los niveles de Proteína C-Reactiva.
La Clave: Disminuye esa grasa visceral y estarás reduciendo la principal fuente de inflamación silenciosa de tu organismo… ¿Cómo lo logras? Vuelve al primer párrafo.
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