Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

jueves, 7 de marzo de 2013

Andes secos, Argentina, bolivia


La nieve puede adoptar formas tan caprichosas como lo son los llamados “penitentes”, formaciones de pináculos de nieve que se encuentran en zonas de alta montaña y que no es difícil encontrarle un parecido con procesiones de monjes con capuchas blancas. Éste fenómeno se produce con mayor frecuencia en zonas de montaña de Argentina y Chile, a lo largo de los Andes, y tiene más relación con el efecto de la luz solar que con el viento.

Los penitentes tienen la forma de hojas delgadas y endurecidas de nieve o hielo que tienen una orientación marcada por la luz solar. Algunos penitentes pueden alcanzar hasta 5 metros de altura siendo un obstáculo a veces muy “molesto” para escaladores y excursionistas de montaña.

penitentes







Profundizando sobre su formació, inicialmente, los rayos del sol causan hoyuelos al azar en la superficie de la nieve. Una vez que tal hoyuelo se forma, la luz solar puede ser reflejada en el hoyuelo, aumentando la sublimación localizada. Éste proceso continua hasta que se forman depresiones profundas, dejando en pie los picos de hielo.
Si alguna vez nos encontramos atravesando una zona de alta montaña, es probable que nos encontremos con éste ejército de hielo custodiando algunos de los picos más imponentes de la cordillera.

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