Criar a los hijos es una responsabilidad enorme que
no muchos padres saben realizar correctamente. Ver a tu hijo como crece y
aprende es un verdadero placer pero, debes intentar que su aprendizaje se
realice de la manera más correcta que puedas. El arte de disciplinar a un niño
pequeño es mucho más difícil cuando los niños son rebeldes o algo difíciles de
manejar.
Tus habilidades de comunicación deben desarrollarse
ampliamente para poder resolver los problemas con mucha más facilidad. La clave
de una buena disciplina estará la tolerancia, el respeto y en una buena
comunicación. Siempre debes tener presente que los niños son muy buenos a la
hora de imitar, por lo que tu comportamiento delante de él debe ser muy bueno y
correcto para que así sea capaz de imitar esas buenas acciones.
Por ejemplo, cuando vas a enseñar a comer al
pequeño debes mostrarle tus buenos hábitos para que él tenga una perfecta
referencia. Sobre todo al principio, el niño no seguirá la serie completa de
comandos, pero sin duda alguna, comenzará a desarrollar de manera correcta la
idea de cómo se debe comer bien.
Debes conseguir aprender dos nuevas técnicas que te
ayudarán muchísimo: desviar y reorientar. Por ejemplo, si el niño está haciendo
un algo inaceptable, distrae su atención haciendo alguna otra cosa, como
poneros a ver los dibujos juntos. A continuación, debes explicarle que lo que
estaba haciendo era incorrecto. Debes conseguir que tus explicaciones sean
atendidas, de manera que el pequeño sea capaz de entender que las actividades
que realice deben ser correctas.
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