Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

jueves, 7 de marzo de 2013

Para aprender es vital olvidar lo que no es importante

Cuando una persona envejece, puede que su creciente dificultad para aprender cosas nuevas no se deba tanto a una merma en su capacidad de absorber nueva información como en la de filtrar datos y eliminar información antigua y con menor valor, teniendo en cuenta que cuando se es joven, el cerebro es más capaz de fortalecer ciertas conexiones y debilitar otras, para "hacer espacio" y permitir grabar nuevos recuerdos. Los resultados de una nueva investigación apoyan esta idea.

El receptor NMDA en el hipocampo del cerebro actúa como un interruptor que regula el aprendizaje y la memoria, mediante subunidades llamadas NR2A y NR2B. La NR2B se expresa en porcentajes más altos en los niños, lo que permite a las neuronas comunicarse durante más tiempo, crear conexiones (llamadas sinapsis) más robustas, y optimizar el aprendizaje y la memoria. Esta formación de conexiones fuertes se llama potenciación a largo plazo. Los porcentajes cambian después de la pubertad, cuando la NR2A cobra más protagonismo, y eso va unido, entre otras cosas, a un tiempo de comunicación entre neuronas ligeramente menor.

Cuando el equipo del Dr. Joe Z. Tsien, de la GRU (Georgia Regents University) en Augusta, Estados Unidos, modificó genéticamente ratones para que tuvieran porcentajes similares a los adultos (más NR2A y menos NR2B), se sorprendió al comprobar que estos roedores mantenían una buena capacidad para crear recuerdos a corto plazo y conexiones fuertes, pero su capacidad para debilitar conexiones existentes, y por tanto para crear nuevos recuerdos a largo plazo, era defectuosa.
Tsien y sus colegas esperaban encontrar que la potenciación a largo plazo fuese débil, y que también lo fuera la capacidad para aprender y crear nuevos recuerdos, pero lo que resultó ser una anomalía inesperada fue la capacidad para debilitar conexiones ya existentes.

Esta capacidad mermada también podría ayudar a explicar por qué casi todos los adultos son incapaces de aprender un nuevo idioma sin mantener su antiguo acento, y por qué las personas mayores tienden a ser más reacias a cambiar su forma de pensar y de hacer las cosas.

Tsien ya tuvo ocasión de comprobar en su día lo que sucede cuando se sobreexpresa el gen NR2B. Él y sus colegas en la Universidad Pedagógica del Este de China anunciaron en 2009 el desarrollo de Hobbie-J, una rata con una inteligencia mayor que la media en sus congéneres. Una década antes, Tsien informó en la revista Nature sobre el desarrollo de un ratón inteligente llamado Doogie usando las mismas técnicas para sobreexpresar el gen NR2B en el hipocampo.

Doogie, Hobbie-J, y sus descendientes, han mantenido su memoria superior a medida que han envejecido. Ahora Tsien está interesado en estudiar ratones con sobreexpresión de NR2A para ver qué sucede.

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