Esto es escasamente probable, aunque los astrónomos tienen la certeza de que
los agujeros negros existen en los corazones de casi todas las galaxias. En todo
caso el tamaño de los mismos es notablemente inferior a las galaxias que los
hospedan.
Esto significa que, mientras la gravedad es muy fuerte cerca de un agujero
negro, la misma fuerza es bastante débil en las fronteras de aquella misma
galaxia donde reside la súper masa negra.
Por consecuencia, aunque los agujeros negros dominan las regiones centrales
de una galaxia, y muchas veces producen una cantidad de energía descomunal, no
tienen la fuerza suficiente para devorar una galaxia completa.
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