Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

domingo, 3 de marzo de 2013

TABACO


El tabaco es un producto vegetal obtenido de las hojas de varias plantas del género Nicotiana, en concreto Nicotiana tabacum). Se consume de varias formas, siendo la principal fumada. Su particular contenido en nicotina la convierte en adictiva. Se comercializa legalmente en todo el mundo aunque tiene numerosas restricciones para ser fumada en muchos países ya que posee efectos adversos para la salud pública.

Su composición está formada por el alcaloide nicotina, que se encuentra en las hojas en proporciones variables (desde menos del 1% hasta el 12%). El resto es el llamado alquitrán, una sustancia oscura y resinosa compuesta por varios agentes químicos, muchos de los cuales se generan como resultado de la combustión (cianuro de hidrógeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono, óxido de nitrógeno, amoníaco, etc.).

El tabaco es un estimulante el sistema nervioso central que, sin embargo, en los adictos produce relajación. El hábito de fumar aumenta la tolerancia (se aguanta más), con lo que los efectos agudos (mareos, vómitos, sudoración), se notan cada vez menos.

A nivel psicólogico, la nicotina facilita la concentración, activa la memoria y, hasta cierto punto, controla el aumento de peso al aumentar el gasto de energía, disminuir los sentidos del olfato y el gusto, y mantener al fumador ocupado en el acto de fumar en vez de comer. Cada persona además tiene sus consideraciones particulares respecto a las sensaciones que el tabaco les otorga.

A nivel físico, la nicotina aumenta la frecuencia cardiaca, el ritmo respiratorio, la presión arterial y el flujo coronario. Durante la combustión del tabaco, algunos de sus elementos se transforman en monóxido de carbono, emisión venenosa que contribuye al surgimiento de enfermedades cardiacas. Cuando el monóxido de carbono entra al torrente sanguíneo, tiende a reemplazar el oxígeno contenido en las células rojas de la sangre formando carboxihemoglobina. En los fumadores, hasta el 10% de la hemoglobina total puede ser carboxihemoglobina, lo cual equivale a decir que sus tejidos reciben 10% menos de oxígeno. 

El tabaquismo aumenta 10 veces la posibilidad de desarrollar un infarto de miocardio. El 85% de las muertes por cáncer de pulmón tiene relación directa con el hábito de fumar.
El consumo de tabaco constituye la principal causa de enfermedad evitable y de mortalidad prevenible en los países desarrollados. Los hijos de padres fumadores tienen un 70% más de probabilidad de ser internados por enfermedades respiratorias. Finalmente, el peso de los recién nacidos cuyas madres fuman es menor comparado con el de aquellos hijos de no fumadoras.
Además es el tabaco el causante del 80% de la mortalidad por procesos pulmonares crónicos.


En el tabaco se han encontrado múltiples sustancias que en gran parte son perjudiciales para la salud. Entre ellas destacan por sus efectos nocivos:
Los alquitranes (benzopirenos y nitrosaminas) responsables del 30% de todos los tipos de cánceres (vejiga, riñón, páncreas, estómago, etc) y del 90% del cáncer de pulmón.
El monóxido de carbono, que es el causante de mas del 15% de las enfermedades cardiovasculares.
La nicotina, que produce la dependencia física. Algunas de las enfermedades que produce son:

Enfermedad Cardiovascular:

El tabaquismo tiene repercusión en las arterias de mediano y pequeño calibre que son las encargadas de distribuir sangre por todo el organismo, por lo que la afección de este sistema (árbol cardiovascular) repercute en todos los órganos nobles del cuerpo, de tal manera surgen las siguientes enfermedades cardiovasculares:
Infarto o Angina de Pecho: El aumento de la constricción de las arterias (espamo) y de la agregación plaquetaria (acumulación de células que favorecen a la formación del coágulo) predisponen a la aparición de estos problemas en la circulación de las arterias coronarias. La liberación de sustancias que aceleran el corazón y suben la presión en el contexto de un corazón enfermo predispone a la aparición de muerte súbita. Por esta razón no es posible hacer un pronóstico de vida confiable en aquellos pacientes fumadores, aun cuando sus exámenes de laboratorio o instrumentales sean normales.

Trastornos del sueño

Las personas fumadoras tienen mayores problemas de insomnio que las no fumadoras. En general, además de más dificultades para conciliar el sueño, también experimentan más alteraciones durante el mismo, lo que les lleva a dormir peor y descansar menos. Esto origina que muchos fumadores estén somnolientos, de mal humor y cansados durante el día. Y para contrarrestarlo, acaban fumando aún más, lo que crea un círculo vicioso del que es muy difícil salir si se continúa fumando.

El origen de estos trastornos del sueño puede estar en enfermedades o alteraciones ocasionadas por el tabaco. Pero también en el propio hecho de fumar, combinando múltiples factores como son el efecto estimulante de la nicotina, la sensación de abstinencia que se produce durante el descanso nocturno, la tensión arterial elevada y un pulso acelerado (típicos de la persona fumadora), así como su mayor tendencia a tomar excitantes como el café.

Mientras que sólo una de cada cinco personas no fumadoras roncan, prácticamente la mitad de las que fuman lo hacen habitualmente, algo que deja de pasar al abandonar el tabaco.

La mejoría del sueño se obtiene de forma evidente tras cortar con el tabaco, aunque durante los primeros días, y a consecuencia del síndrome de abstinencia (que desaparece al poco de dejarlo), es habitual que estos trastornos sean aún más pronunciados durante un corto espacio de tiempo.

Enfermedad vascular periférica:

El hábito de fumar esta muy relacionado con la enfermedad conocida como claudicación intermitente o "enfermedad de las vidrieras" que se caracteriza por dolor en uno o dos de los miembros inferiores al caminar, lo que obliga a detenerse y disimular mirando vidrieras. El grado extremo de esta enfermedad implica lesiones del pie y gangrena del miembro que obliga a su amputación. Esta enfermedad es mediada por la lesión ateroesclerótica (oclusión por grasas y coágulos) de las arterias de los miembros. La cesación produce regresión de los síntomas y mejoría de la enfermedad cuando esta no es terminal. El pronóstico de la cirugía paliativa de esta enfermedad es mucho mejor si se acompaña de la cesación del tabaco.

Enfermedad Pulmonar:

El hábito de fumar tiene una relación directa con la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica - EPOC (es informado en el 80-90% de los pacientes que padecen esta patología), que en etapas avanzadas tiene altísima mortalidad por insuficiencia respiratoria. También el fumador esta expuesto en mayor medida a la Bronquitis Crónica, por el efecto irritante de los componentes del tabaco al entrar en contacto con las células bronquiales. Esto predispone a padecer infecciones bacterianas y por supuesto, cáncer (ver luego). También esta expuesto a mayores procesos inflamatorios nasales, de garganta y otras infecciones respiratorias.

Problemas Hormonales:

Las mujeres fumadoras entran a la menopausia aproximadamente 5 años antes que las no fumadoras. El cigarrillo y la nicotina pueden alterar la cantidad de hormonas relacionadas con la función reproductiva. Los hombres fumadores tienen reducida la movilidad de sus espermatozoides. Las mujeres tienen más riesgos de sufrir osteoporosis.

Cáncer:

La mortalidad anual por cáncer debido al cigarrillo es del 30% (sobre el total de todas las muertes producidas por esta enfermedad). El cáncer de pulmón ha crecido un 250% desde 1950 hasta 1992. Existe una relación causal entre el cigarrillo y el cáncer de pulmón. También se comprobó esa relación para el cáncer de boca, larínge, esófago, vejiga, riñón, estómago, páncreas, cuello uterino, y de la sangre. El humo del cigarrillo es una mezcla compleja de mas de 4000 componentes, muchos de ellos mutagénicos y carcinogénicos.

Hipertensión Arterial y Tabaquismo:

Estudios epidemiológicos demuestran que la presión arterial promedio en tabaquistas es mayor que en no tabaquistas. Se ha demostrado del mismo modo un aumento agudo de la presión arterial luego de fumar un cigarrillo.

Impotencia y tabaco:


El tabaquismo es uno de los hábitos mas antiguamente implicados como responsable de disfunción eréctil (dificultad en la erección). El efecto de la nicotina sobre el tejido eréctil es constrictor (las arterias se cierran), tanto a nivel del músculo liso cavernoso con la consiguiente dificultad para distenderse durante la fase de tumescencia, como a nivel vascular con disminución de la dilatación de las arterias, necesaria para aumentar el flujo sanguíneo al interior del cuerpo cavernoso (músculo del pene). Estudios realizados mediante eco doppler color permitió evidenciar la reducción del calibre de las arterias cavernosas.
El fumar más de 7 cigarrillos por día genera efectos vasoconstrictores sobre las arterias peneanas, además de potenciar la arterioesclerosis. El paciente fumador presenta impotencia 50% más que el paciente no fumador y el 70% de los hombres impotentes son fumadores.

Para mayor información:
http://www.las-drogas.com/tabaco
http://www.infodrogas.org/inf-drogas/tabaco

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