POSIBLES
SOLUCIONES A LA DESERCIÓN ESCOLAR
¿Por qué
es preocupante la deserción escolar en las naciones?
La educación está determinada como un factor de
formación de capital humano y éste a su vez, está ligado al crecimiento
económico, a su inversión como rentabilidad y la disminución de la desigualdad
de los ingresos. El hecho de que exista el problema de deserción escolar
conlleva a que los individuos detengan la posibilidad de continuar con sus
estudios y a su vez dejar de incrementar su nivel de bienestar, medido como
nivel de ingreso, y al mismo tiempo, incrementar el bienestar social. Por eso
es importante analizar la literatura relevante que existe entre la educación y
las variables macroeconómicas.
La clave de la educación es que si ésta alcanza en la
población un nivel mínimo de secundaría no sólo se vuelve una inversión
socialmente rentable sino además no tiende a empeorar la distribución de los
ingresos, (Marin y Psacharopoulos, 1976). Romer (1990) evidenció que el capital
humano es la clave para el sector de insumos, esto es, la educación genera los
nuevos productos o ideas que recaen sobre el progreso tecnológico, en otras
palabras, los países con stock de capital humano inicial bajo experimentan una
tasa más vertiginosa de introducción de nuevos bienes y conllevan a crecer más
rápido. Becker (1992) encontró que las tasas de retorno sobre capital humano y
educación conducen a ser elevadas en economías desarrolladas, mientras que las
tasas de retorno del capital físico pueden ser grandes o pequeñas en esas
mismas economías dependiendo de la tasa de natalidad y la tasa de crecimiento
del consumo.
Una explicación aún más concreta de la importancia
de la educación en el crecimiento económico la tiene Hogendorn (1996),
establece que la educación de baja calidad dentro de las poblaciones de bajos
ingresos conlleva en la mayoría de los casos a malos ingresos, o bien; las
diferencias de dotaciones iniciales de educación pude explicar una mayor parte
sobre la determinación del nivel de ingresos per cápita entre los países
desarrollados y en desarrollo. Finalmente, establece que la mejor forma de
medir el capital humano es a través de la variable educación.
El rápido crecimiento económico y la baja
desigualdad de los ingresos, que tuvo Asia del Este en los últimos años, se le
atribuye a una serie de factores, entre ellos: una alta acumulación de capital
humano, buenas instituciones y reglas bien establecidas, (Choi y Beladí, 1996).
Barro (2000) analizó en un panel 100 países para el periodo de 1960 a 1995 sobre
la relación que guarda la educación y el crecimiento económico, encontró que la
educación está relacionada positivamente a los niveles iniciales de los años
promedio de educación alcanzados, específicamente al de los hombres que tenían
secundaria y niveles más elevados, ya que con este nivel de educación, los
trabajadores se complementan con nuevas tecnologías y este resultado sugiere
que debe existir un papel importante para la difusión de la tecnología en el
proceso de desarrollo.
Ray (2000) demuestra que los países que tienen
acceso a grandes stocks de capital físico, también tienen el dinero y el tiempo
suficiente de invertir en educación y por tanto, pueden producir grandes
cantidades de stock de capital humano, lo que permite que el trabajo laboral pueda
tener otros aspectos: a) habilidad en la producción, b) se pueden operar
mecanismos sofisticados y c) pueden crear nuevas ideas y nuevos métodos en
actividad económica. De acuerdo al libro “Quality of Growth”, escrito por
Thomas Vinod, específica que el capital humano debe ser estudiado como una de
los activos más importantes que posee la mayoría de las personas. La inversión
en capital humano suele ser un activo que aumenta otros activos, redistribuye
mejor el ingreso y reduce la pobreza, (Vinod et al, 2000).
Rojas (2000) demostró que la teoría del capital
humano explica una relación entre ingresos y educación y que da como resultado
una mayor productividad y ésta es redituada por el mercado a través de un mayor
ingreso, (Rojas y otros, 2000).
Freire (2001) definió que la acumulación de capital
humano tiene dos efectos, el efecto nivel que contribuye al incremento de la
producción de bienes y servicios y el efecto denominado tasa que contribuye al
crecimiento de productividad. Bloe (2001) determina que la inversión en capital
humano es requerimiento para un desarrollo sostenible, a pesar de que el
capital humano (años promedio de escolaridad, que equivalen a un nivel de ciclo
de secundaria completo) requiere al menos 8 años para madurar y un soporte constante
sobre éste, sus retornos son fundamentales para el mejoramiento de la propia
acumulación. Esta inversión ha mostrado que mejora la eficiencia de muchos
países en desarrollo. Tan solo se puede observar que el mejoramiento del
capital humano puede mostrar el nivel de desarrollo que ha alcanzado la
población. La inversión en educación es básica para abastecer las necesidades
inmediatas en cualquier empresa (tanto extranjera como nacional).
La educación y la buena salud mejoran la habilidad
de las personas como parte de sus vidas, fortaleciendo su funcionamiento en la
sociedad y contribuyendo directamente a su bienestar, Castello y Doménech
(2002). Por ejemplo, para ellos, una mujer con alto nivel de educación tenderá
no sólo a elevar sus niveles de ingreso y su capacidad sino a elevar sus
niveles de salud, a tener pocos hijos y a reducir la tasa de mortalidad,
logrando mejorar las generaciones actuales y futuras. Evidencian que la
inversión en capital humano es crucial para el crecimiento humano, la reducción
de la pobreza y la protección del medio ambiente. De acuerdo a Farias (2003),
ésta contempla tres tipos de grupos de países en donde se involucra la
educación: Un primer grupo con bajo crecimiento económico está, normalmente,
asociado a que la población tiene bajas tasas de acumulación de capital humano
y alcanza pequeños años de promedio de escolaridad; un segundo grupo de países
que a pesar de que tienen altos niveles de ingreso, la desigualdad de su
ingreso es resultado de bajos niveles de educación y son concentrados,
fuertemente, entre individuos. Finalmente, un tercer grupo de países que tienen
un buen nivel de crecimiento y altos niveles de educación, los bajos niveles de
desarrollo no son explicados por la desigualdad del ingreso en el largo plazo.
Se puede decir entonces que si existe una deserción
escolar a temprana edad (normalmente cuando no se completa el ciclo secundario)
puede conllevar a no reunir el capital humano (o educacional) mínimo necesario
poder competir ante un puesto en el mercado laboral altamente rentable, lo que
a su vez conlleva a que quede en desventaja con los salarios y que directamente
se genere bajo crecimiento económico (individuos poco productivos), una
polarización en los ingresos y finalmente quedar en un círculo vicioso de
pobreza.
Por lo descrito anteriormente se debe considerar
algunas propuestas para evitar al deserción escolar y su pronta reincorporación
al sistema educativo. Para ello he aquí algunas propuestas de política pública
que deben llevarse lo más pronto a la práctica.
El documento de Panorama Social en América Latina
da algunas estimaciones que contribuyeron a la disminución de la deserción
escolar y que pueden ser retomadas como medidas preventivas:
• El aumento de la matrícula preescolar, que permite
aumentar el rendimiento de los niños de primaria y reduce la repetición.
• El cambio hacia sistemas de promoción automática
durante la enseñanza primaria o en los primeros años de esta que ayuda a
reducir la extraedad.
• La introducción y la ampliación, y en ciertos
casos, mayor focalización de los programas y subsidios orientados a mejorar la
retención escolar. (Becas, entrega gratuita de materiales escolares, programas
de alimentación escolar y otros).
• El mejoramiento de la infraestructura escolar y
la disponibilidad de las escuelas en zonas rurales apartadas.
• El mayor involucramiento de los padres y la
introducción de incentivos hacia ellos de participar en las actividades
escolares.
Es importante mencionar que la deserción escolar es
un problema que no sólo conlleva a una cuestión individual sino social, es
decir, debe haber una participación conjunta entre escuela, padres de familia,
alumnos y gobierno.
Existen casos de éxito dentro de la República
Mexicana, por ejemplo, el programa “TODOS A LA ESCUELA” implementado por el
gobierno de Chiapas, que consistió el apoyo de 42 mil apoyos escolares a niños
inscritos dentro de este programa, con esta entrega se dio cobertura a 36
municipios de la entidad, incluyendo comunidades indígenas, que no recibían
educación o se encontraban en riesgo de dejar de estudiar. A la suma de los
apoyos escolares, el gobierno del estado a través del Registro Civil, ayudó con
la expedición de 2 mil 285 actas de nacimiento para que igual número de niños
tuvieran la misma oportunidad de inscribirse a la escuela. De esto, no sólo se
combate a la deserción escolar sino también a la pronta disminución de la
desigualdad educativa que permite una igualdad de oportunidades.
Otro caso particular que ha ido involucrado a las
escuelas públicas se encuentra “ESCUELAS DE TIEMPO COMPLETO” que consiste en lo
siguiente: “Es un programa dirigido a las escuelas públicas de educación
básica, que extiende la jornada escolar para ampliar las oportunidades de
aprendizajes de las niñas, los niños, las y los adolescentes, contribuye a
mejorar los resultados educativos, desarrolla y fortalece el currículo
nacional, propicia el logro de aprendizajes con calidad y atiende
sostenidamente con equidad, las dificultades y necesidades que se les presentan
a todos los alumnos.” Aunque este programa no busca la deserción escolar como
objetivo principal, si busca la igualdad y equidad de oportunidades que permita
de cierta manera, que los alumnos no deserten por cuestiones que sean ajenas a
la escuela o fuera de ellas.
Algunas recomendaciones para evitar la deserción
escolar de nivel básico es el siguiente:
1) Elaborar al inicio de curso una ficha económica
de la alumna o alumno para identificar su situación en la que vive que permita
entender cuáles son las posibilidades de sobrevivencia dentro de la escuela,
independientemente de lo que la misma ofrece.
2) Una vez identificado a los alumnas y alumnos en
situación de ingresos vulnerables apoyarlos durante todo el ciclo escolar con
apoyo de beca para el pago de inscripción y un monto para compra de uniformes,
útiles y todo aquello que implique un gasto dentro de la escuela, es importante
puntualizar que el apoyo de beca debe ser a través de vales.
3) Crear un centro de apoyo psicológico tanto para
todos aquellos padres de familia que lo requieran así como alumnos que se
encuentren en problemas familiares que requieran atención inmediata. (La
atención psicológica puede hacer atendida por alumnos que cumplen con servicio
social)
¿Qué se debe hacer si ya hubo deserción escolar?
En un primer momento, dado algunas investigaciones
que se han efectuado, hemos notado que en el estado de Chihuahua no existe un
proyecto que permita estudiar la deserción como tal. En el caso de la Servicios
Escolares del Estado de Chihuahua (SEECH) no cuenta con una base de datos que
permita darles seguimiento a los alumnos que han desertado. Fue hasta el año
2008 que el SEECH de la zona sur puso en marcha una base de datos digitalizada
de las y los alumnos de las escuelas de la zona sur del Estado, sin embargo no
existe un proyecto que permite darle seguimiento sobre alumnos que desertan.
4.2 Recomendaciones:
A) Identificar a través de una base de datos global
que alumnos han desertado sin importar el motivo por el cual lo hicieron.
B) Elaborar una muestra y aplicar una encuesta
tanto alumnos desertores como no desertores para elaborar una ficha sobre
cuestiones sobre deserción escolar: Por ejemplo
1. Motivos de deserción
2. Escolaridad de los padres
3. Apoyos económicos de la escuela
4. Tipo de trabajo de los padres
5. Hermanos mayores desertores (si es que los hay)
C) Una vez que se han identificado los problemas de
deserción y no hay nada que hacer por ellos, se elabora un modelo econométrico
que mida las probabilidades de deserción dado los factores que anteriormente se
comentaron y finalmente elaborar un programa de apoyo que se menciono en líneas
arriba.
Hoy en día la deserción es un problema que no sólo
pertenece a la escuela sino a la sociedad en general. La deserción se combate en
conjunto, es decir, entre escuelas, padres de familia, universidades y los
propios alumnos. Este tema no debe quedar sólo en discursos políticos o
cuestiones administrativas, tiene que abatirse con programas y recomendaciones
antes descritas. Si bien es un tema que la SEP ha tomado carta en el asunto, la
gestión del combate a la deserción es un proceso de largo plazo.
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