El 70% del daño solar en la piel se produce
antes de los 18 años
Actividades
que no suelen asociarse con la necesidad de utilizar un protector solar, como
salir a andar en bicicleta, jugar al fútbol en la canchita del barrio o ir a
los juegos de la plaza durante horas, también cuentan a la hora de cuidar
nuestra piel.
Según un informe de la Sociedad
Argentina de Dermatología (SAD), el 70% del daño solar en la piel se produce
antes de los 18 años. Es más, la mitad de la exposición solar que una persona
debería tener durante su vida, hoy se recibe en las dos primeras décadas de
vida.
Y esa acumulación, en la que
también influyen los malos hábitos de exposición al sol y una pasión muchas
veces desmedida por el bronceado, no es para nada gratuita. Los rayos
ultravioleta inducen el fotoenvejecimiento de la piel.
"Debemos educarnos y
educar a nuestros chicos para que no tengan tanta exposición en sus primeros
años de vida", recomendó el doctor Jorge Laffargue, integrante de la
Unidad de Dermatología del Hospital Pedro de Elizalde y miembro de la SAD. A
través de un comunicado, la institución insta a la población a adoptar unos
pocos cuidados simples y de probada efectividad para proteger la salud de la
piel, como no tomar sol entre las 10 y las 16, y utilizar un protector con
factor de protección solar (FPS) 30 "como mínimo", según precisó ayer
a LA NACION el doctor Roberto Glorio, secretario general de la SAD.
En general, aunque varía según
la sensibilidad de la piel, los signos más comunes de los daños que produce el
fotoenvejecimiento van más allá de las arrugas. Pueden aparecer manchas y
surcos profundos, la piel puede cambiar de color (se vuelve más amarillenta) y
perder grosor, lo que hace también que empiecen a traslucirse los vasos
sanguíneos.
La consecuencia más grave de la
fotoexposición es la aparición de tumores cutáneos, como el carcinoma
basocelular, que es el más común en el 60% de los casos, o el melanoma, que
aparece como si fuera un lunar que cambia de forma, tamaño o color. Es por esto
que la SAD recomienda consultar a un dermatólogo ante la aparición de cualquier
signo o lesión sospechosa. Esto permite realizar un diagnóstico a tiempo.
"Queremos que la población
conozca la importancia de la fotoprotección desde la infancia -precisó Glorio,
que también es docente autorizado de la UBA-. Al ser acumulativo el daño solar,
lo que una persona pueda hacer a los 30 o 40 años para revertirlo tendrá poco
efecto. La prevención y el cambio de ciertos hábitos de exposición al sol, que
a veces están muy arraigados en la cultura local, son fundamentales."
Ambos especialistas coincidieron
en la necesidad de estar muy alerta a las lesiones que pueden aparecer en la
piel. "Quienes sufrieron grandes quemaduras y las personas con piel y ojos
claros, o con muchos lunares tienen que tomar conciencia de que deben utilizar
un FPS adecuado. Y el valor más bajo debe ser 30", indicó Glorio.
Una tarea complicada cuando se
trata de prevenir es la elección del protector solar. Los hay en spray o crema,
con más o menos vitaminas, y hasta con o sin color. Pero también ofrecen hasta
repararnos el ADN mientras la piel se pone roja. "Se ven envases que
ofrecen un FPS 8 y productos que combinan bronceador más protector, lo que es
una contradicción porque si broncea no protege -aclaró Glorio-. En realidad, en
ese caso, es importante saber que el contenido incluye más bronceador que
protector."
Los más efectivos, y no
necesariamente más costosos, según una recorrida por los estantes de varias
farmacias, son los que se denominan protectores solares de amplio espectro.
"La FDA [la agencia de los Estados Unidos similar a la Anmat] estableció
que esos protectores no sólo protegen contra quemaduras, sino que también
protegen la piel del envejecimiento prematuro y el cáncer. En cambio, el resto
de los productos sólo previenen las quemaduras", dijo el experto.
Cuando la piel es clara, bastan
10 minutos de exposición para que aparezca el color rojo que indica que una
quemadura solar incipiente. En una piel más oscura, en tanto, ese proceso tarda
unos 20 minutos. "El FPS es un valor que indica cuánto tiempo más podemos
permanecer al sol. Una piel blanca protegida con un FPS 15, demorará 15 veces
más en tomar el color rojo, es decir, unas 2,5 horas -detalló Glorio-. Y una
piel oscura tendrá 5 horas de protección."
En los chicos, también importa
la edad. Antes de los 6 meses, no deben quedar expuestos al sol porque la piel
aún no tiene capacidad de defensa. A partir de esa edad, hay que aplicarles un
producto con FPS de entre 40 y 50, y de acción física y química. "Es el
que muchas veces vemos en la playa que deja una película blanca sobre la piel
-aclaró-. Y no es necesario utilizar un FPS 100, ya que no brinda mucha más
protección que uno de 50 como se cree. Ambos protegen al 99%, así que con 50 es
suficiente."
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